viernes, 30 de abril de 2010

Capítulo 18: Mi primera vez

Yo, mientras tanto, después de haber salido del baño del restaurante, seguí a Yunho hasta el ascensor del hotel, el cual detuve a tiempo, antes de que las puertas se cerraran.



Agitado, intentando recuperar el aliento, mientras el elevador nos llevaba a los dos solos al piso diecisiete, le dije:



-“Escúchame, no es lo que crees. Me caí encima de Micky, porque resbalé con el piso mojado, eso es todo; nada más pasó”-juré mirándolo a los ojos fijamente.



-“No tienes por qué explicarme nada. A parte yo supuse que eso había sucedido”.



-“Entonces, ¿por qué huiste así?”.



Él miró al suelo, apenado.



-“Porque al verlos así, me di cuenta de que ustedes son más unidos que tú y yo, al igual que Changmin con Junsu. Siempre están los cuatro juntos disfrutando de su amistad y confianza”- sus ojos se volvieron llorosos. “No sabes lo difícil que ha sido para mí, todo este tiempo vivir esa imagen de rudo y fuerte delante de las fans y las cámaras, teniendo que restringirme de tus besos, tus caricias, tu piel.



A veces me dan ganas de mandar todo al diablo, y demostrarle a todos lo que siento por ti. No puedo más, Jae!”- se tapó la cara con sus manos. “No lo soporto más! Esta situación es una mierda!”.



Lo abracé fuerte y se largó a llorar en mi hombro.



-“Por favor Yunho, cálmate. Me hace muy mal verte sufrir así”.



Estaba agitado y respiraba con dificultad, mientras empapaba mi ropa de lágrimas.



-“Escúchame- le dije en el oído- mientras tú y yo sepamos lo que sentimos, los demás no importan. Ni las cámaras, ni las fans, ni la compañía, ni nadie. Sólo tú y yo”.



Pronto levantó su cabeza, quedando a centímetros de mi rostro.



-“¿Y tú? ¿Qué sientes por mí?”- preguntó mirándome con sus ojos húmedos.



Me di cuenta que nunca le había dicho lo mucho que significaba para mí.



Impulsivamente lo tomé de la nuca y lo besé. Pronto se estremeció en mis brazos. Luego separé mis labios de los suyos para darle mi mejor sonrisa, haciendo que a él también se le dibujara una.



Las puertas del ascensor se abrieron de repente, llegando así al piso diecisiete. Salimos tomados de las manos. Por suerte el lugar estaba desierto, ya que era de madrugada.



Llegamos a la puerta de la habitación de Yunho, la cual abrió con una tarjeta magnética.



-“¿Quieres pasar?”- me preguntó apenado.



Sin decir nada, lo besé nuevamente, empujándolo para entrar, y cerré la puerta con fuerza.



Yunho estaba sorprendido, y sinceramente yo también. Nunca había dado el primer paso con nadie. Pero esa noche parisina era perfecta para demostrarle cuánto lo amaba.



-“¿Estás seguro de que quieres hacer esto?”- me preguntó, despegando su rostro del mío.



-“Sí, muy seguro”- respondí, para luego volver a besarlo de una forma apasionada.



Pronto le levanté la remera que llevaba puesta. Él ayudó a quitársela también.



Tenía un cuerpo perfecto. Y, a pesar de que ya lo había visto una vez desnudo, en esta ocasión era diferente. Las circunstancias eran completamente distintas. Yo QUERÍA que pasara esto.



Su pecho, sus abdominales, todo había sido tallado por un ángel.



Pronto me llevó contra una pared, sin dejar de besarme. Yo, al ser más bajo, me ponía en puntitas para llegar a su boca. Me sentía realmente atraído hacia él.



Después quitó con suavidad mi sweater de mangas largas que tanto le gustaba, para luego volver a mis labios. Yo, mientras tanto, lo abrazaba por los hombros. En ese momento, supe que no podría vivir sin él. Sus caricias eran indispensables para mi existencia.



Antes de darme cuenta, ambos torsos habían quedado descubiertos.



Su boca se deslizó por mi cuello, mis clavículas y mi pecho, lamiendo y besando cada parte de ellos. Yo daba pequeños jadeos y suspiros. Luego llegó a mi ombligo. Su lengua se entretuvo con mi piercing metálico, mientras yo sostenía su cabeza.



-“Oh, Yunho…ahh”- gemí remordiéndome con los ojos cerrados y echando mi cabeza hacia atrás.



Era increíble la forma en que él me amaba y daba placer al mismo tiempo.



Luego subió nuevamente hacia mi boca, dándome un beso más apasionado y tierno que los demás.



Con un gesto impulsivo, agarró mis caderas con fuerza.



-“Ay!”- grité.



-“¿Qué sucede?”



-“La caída en el baño con Yoochun”- recordé graciosamente.



-“Oh, lo siento, tendré cuidado”- dijo acariciando mi zona lastimada.



Nuestros labios volvieron a unirse. Su lengua incitaba a la mía a recorrer su boca desesperadamente.



Luego, tomándolo del cinturón de su pantalón, lo arrastré con dificultad hasta la cama, en la cual me recosté boca arriba. Él se colocó encima de mí con delicadeza. Me miró a los ojos de una forma sincera y conmovedora.



-“Te amo, Kim Jaejoong”- confesó acariciándome el rostro.



Despacio desabrochó mi pantalón, para luego quitarlo completamente. Luego hizo lo mismo con el suyo. Yo estaba sumamente excitado y aterrado.



Noté que él miró mi entrepierna, asombrado. Intimidado, cubrí mi cara.



-“Por favor, Hero- rió sutilmente-no tengas vergüenza. Demuéstrame lo que sientes”.



-“Lo lamento, es que…yo nunca…”.



-“¿Es tu primera vez?”.



Asentí con la cabeza tímidamente. Mis mejillas se ruborizaron.



-“Oh, Jae, o sea que, ¿me estás dando el honor de ser el primero?”- sonrió sorprendido.



-“Aham…solo tú. Eres a la única persona que le confío esto. Y…quiero dar este paso contigo”- no entiendo de donde saqué el coraje para decir eso.



Me besó nuevamente, sin decir nada. Sutilmente quitó mi ropa interior y luego la suya. Yo estaba realmente tímido, pero acalorado al mismo tiempo.



Cerré los ojos.



-“Voy a hacerlo con suavidad, ¿está bien?”- susurró en mi oído. “Vas a sentir una ligera molestia”.



Yo estaba temblando de miedo.



Pronto, levantó un poco mis piernas, y de a poco ingresó en mí. Dolía como mil demonios!.



-“Aaahhhh!”- gemí sufriente.



Mis ojos se tornaron llorosos, pero no llegaron a derramar lágrimas. Por suerte, logré contenerme.



Él hacía lo imposible para no lastimarme. Nunca creí que el sexo fuera tan complicado, sobre todo en esa forma y con una persona de mi mismo género. De todas formas, él logró que las cosas se tornaran más fáciles.



Despacio se fue desplazando en mi interior. Era una sensación nueva e inexplicable.



Se quedó estático unos momentos. Hasta mucho después me enteré de por qué hacía eso. Mi nula experiencia había dejado entrever mi ignorancia para algo tan corriente, como lo es el sexo. Pero, sin duda, esa fue la noche más maravillosa de mi vida.



Empezó a dar pequeños movimientos de adelante hacia a atrás. Con cada uno de ellos salían jadeos de mi boca. Para ser sincero, en un momento comencé a sentir placer, lo cual me daba culpa. Remordí mi dedo índice, absolutamente entregado hacia él.



Yunho me miraba fijamente. Sus manos sostenían mis muslos. Él quería hacerme sentir lo más relajado posible.



Ambos sudábamos. Nuestras respiraciones tenían un ritmo cada vez más agitado.



Yo no sabía de donde agarrarme. Para colmo, estando boca arriba, se me hacían difíciles las cosas, y también poco confortables.



-“Aishh…Yunho…no estoy cómodo”- comenté apenado.



Se detuvo y salió de mí.



-“¿En serio? Ok, ven aquí”- me tomó de las manos para incorporarme.



Me ubicó las piernas alrededor de su cintura, quedando así, sentado sobre él, frente a frente. Aferré mis manos a su morena espalda, mientras que las suyas estaban en mis caderas.



Sonrojadísimo por tener su rostro tan cerca, escondí mi cara en su hombro.



-“Vamos, Jae, no tengas miedo de mí. Lo peor ya pasó”- rió para darme ánimos. “Ahora voy a entrar de nuevo, ¿sí?”.



Asentí con la cabeza, aún oculta. Su forma tan delicada para realizar las cosas me hacían sentir más que bien.



Ésta vez ingresó en mí de una sola vez.



-“Ahh…”- a diferencia del primero, éste me había gustado más. Creo que me dolía más el golpe que me había dado con Micky.



Comenzó a moverse nuevamente, una y otra vez, de atrás para adelante.



Decidí incrementar la velocidad, con algo de vergüenza. Yunho se dio cuenta, y, sorprendido por mi actitud, pero a la vez contento, me siguió la corriente.



Un calor recorría nuestros cuerpos. Lo abracé más fuerte aún. Quería sentirlo bien adentro mío, y que nunca terminase.



-“Yun…Yunho…ahh…m-más rápido…ahh”- pedí totalmente viciado por el placer.



Obedeció a mi petición, sin dejar de ser suave. Todo un caballero, típico de él.



Yo daba pequeños saltos con cada entrada y salida de Yunho. Mientras tanto, besaba mi cuello apasionadamente. Ambos gemíamos, aunque él intentaba no hacerlo. Siempre orgulloso.



De todos modos, lo amaba. Sé que él lo sabía, pero yo nunca se lo había dicho.



Pronto nuestra temperatura se acrecentó más y más. Una electricidad recorrió mi espalda.



-“Ahh…ahhh…Dioos…Y-Yunho…ahh…házlo…mmhhh…m-más…ahh…ahhhh!”- aumentó sus movimientos antes de que pudiera terminar de pedírselo.



Gemí tirándole del pelo. Absolutamente excitado, lo besé en la boca como si fuera la última vez. Mi cuerpo empezó a temblar.


-“Yunho…ahhh…y-ya casi-hh…”.





Al escuchar esto, incrementó más aún la velocidad. Yo gemía cada vez más fuerte. Mordí su cuello y luego su oreja. Clavé mis uñas en su espalda. No podía más.



-“Ahh…ahí viene…ahh…ahh…AHH!!”- grité llegando al orgasmo.



-“Mmhhh…AHH!”-suspiró al derramar su esencia en mi interior.



Me tiré hacia atrás boca arriba. Él se lanzó sobre mí. Ambos estábamos agitados y acalorados. Poco a poco, fuimos calmando nuestras respiraciones.



Yunho se incorporó, me miró sonriente y me besó. Luego, se puso a mi lado.



-“¿Estás bien?”- preguntó girando la cabeza.



-“Uff!...es-espléndido…eso fue…increíble”- respondí conmocionado, mirando hacia el techo.



Me acomodé en su pecho a descansar. Cerré los ojos lentamente, pudiendo escuchar los latidos de su corazón. Él me rodeó con su brazo.



-“Mañana será un laaargo día”- lo oí decir, antes de quedarme profundamente dormido.



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sábado, 24 de abril de 2010

Capítulo 17: De MinSu a YooSu

-“Cuando era niño, vivía lejos de la ciudad. Un día, me compraron una bicicleta con la que iba a todas partes. Esa misma noche me perdí en el bosque. Lamentablemente, tropecé con una piedra, cayéndome al piso y quedando inconsciente. Cuando desperté, me encontraba en una cabaña, acostado en una cama.



De repente, un niño tierno y tímido se me acercó sonriente”.



(*Flashback*)



-Hola, soy Kim Junsu, pero puedes decirme Su.



-¿Dónde estoy?



-En la cabaña de mi papá. Te encontramos en el bosque malherido y desmayado, así que decidimos traerte para curarte.



-¿En serio?



-Ajam. Toma, te preparé chocolate caliente.



-Oh!...Gracias.



-Por cierto, ¿cómo te llamas?



-Emm…Changmin, Shim Changmin.



-Lindo nombre, pero mejor te digo Mini, jijijiji



-Te ríes igual que un delfín, jajajajajajaja…



(*Fin flashback*)



-“Desde ese día, nunca más nos separamos. Estoy en deuda con Junsu. De no haber sido por él, quien sabe que me hubiera ocurrido. Aunque como verán, actualmente YO lo cuido y protejo del mundo, en forma de agradecimiento por salvarme la vida”.



Nos quedamos unos segundos en silencio para analizar la historia que acabábamos de oír.



-“Ahora entiendo todo!”- dijo Micky tocándose la frente.



-“Nuestra relación es como de hermanos, es todo. Ya te respondí tu pregunta. Ahora responde la mía. ¿Por qué debes decirme lo que sientes?”- preguntó intrigado.



Micky me miró, y le asentí con la cabeza como gesto de apoyo.



-“Yo Park Yoochun- confesó apoyando una rodilla en el suelo, hacia Max- le pido a usted, Shim Changmin…”- tomó su mano. El otro estaba ruborizado; obviamente se imaginaba cualquier cosa, menos lo que iba a ocurrir. “…que me entregue la mano de Junsu en matrimonio”.



-“¿Cómo dices?”- preguntó el otro confundidísimo.



Nadie se percató de que Xiah estaba entrando por la puerta del baño, pudiendo ver a Micky arrodillado delante de Changmin, tomados de las manos, y oyendo sus palabras:



“Mis intenciones son buenas, y mi amor es puro. No puedo callar más estos sentimientos que llevo guardados en mi corazón desde hace tanto tiempo…”



Pronto escuchamos un pequeño sollozo. Miramos hacia la entrada. Era Junsu, llorando más triste que nunca, empapado en lágrimas. Observó a Yoochun y a Changmin, y luego salió corriendo.



-“SU ESPERA! NO ES LO QUE PIENSAS!”- grité, persiguiéndolo.



Como un verdadero torpe, resbalé en el piso húmedo del baño, cayéndome encima de Micky, el cual terminó planchado en el suelo. Perecíamos dos niños jugando al twister. Nuestras piernas y brazos estaban todos enredados. Un desastre. A veces deseaba comprarme unos pies nuevos. Ya eran demasiadas las veces en mi vida que terminaba tirado como idiota.



Changmin, por suerte parado, se agarró la cabeza, preocupado.



-“Oh, no! Junsu ha confundido las cosas. Seguramente habrá pensado que Yoochun y yo…”



-“Debe estar tan enojado y confundido”- dije adolorido por la situación, y por el tremendo golpe que me había dado en la cintura.



-“Y no es el único…”- expresó Micky, mirando hacia la puerta, por sobre mi pierna.



Giré la vista, encontrándome a Yunho, parado en la entrada del baño, observándonos a nosotros dos, encimados ridículamente. Su expresión era seria y fría. A juzgar por su cara, y su forma de irse dando pisotones, deduje inmediatamente que él también había confundido la situación.



-“Ay, no!”- pensé en voz alta.



-“Si no seguimos a Junsu pronto, se va a perder! París es enorme! Pobre mi bebé, andando sólo por ahí…”- dijo Changmin en tono maternal.



-“Tengo una idea”- anunció Yoochun. ” Tú, Jae, ve con Yunho que te necesita. Max y yo iremos por Xiah”.



-“Ok”- asentí levantándome con dolor, y saliendo con dificultad por la puerta. Micky me seguía.



-“Espera Yoochun”- lo detuvo Mini. “Con respecto a tus intenciones con Junsu… veo que de verdad lo quieres, ¿no es así?”.



“Yo no lo quiero…yo lo amo!”- contestó el otro, muy seguro de sus palabras.



-“Pues bien, si es así…permito que te cases con él”.



-“¿En serio?! GRACIAS CHANGMIN! GRACIAS, GRACIAS!”- expresó contentísimo, abrazándolo con fuerza.



-“Ahora vamos por él ya mismo!”- ordenó Max. “Va a ser mejor que nos separemos para que sea más fácil encontrarlo”.



Posteriormente, Micky me contó que fue lo que sucedió con ellos mientras yo, por mi parte, iba tras Yunho:



Buscaron por todos lados, pero ni rastro de Xiah. Cansado, Yoochun se sentó en un banco de plaza. Un florista pasó delante de él.



De repente, la respuesta llegó a su mente.



-“Ya sé donde está!”- dijo chasqueando los dedos. Se levantó de un salto, acercándose al florista.



Al saber muy poco del idioma francés, Micky le señaló el ramo de rosas rojas que quería comprar.



-“Merci”- respondió cuando el vendedor se las entregó.



Pronto salió corriendo lo más rápido que pudo, cuadra tras cuadra, parque tras parque, empujando personas en el camino, hasta llegar a la Torre Eiffel, la cual brillaba deslumbrantemente en medio de la noche.



Yoochun subió velozmente con ascensor y escaleras hasta el último piso.



Xiah, estaba apoyado en uno de los barandales, mirando el horizonte, solo, sin poder parar de llorar.



-“Junsu!”- gritó Micky corriendo hacia él. “Mírame no es lo que piensas. Yo me incliné ante Changmin para pedirle tu mano”- se arrodilló delante de él. “Yo te amo, Kim Junsu. Siempre te he amado, desde el primer día en que te conocí”- Xiah estaba shockeado.



Yoochun apoyó el ramo de flores en el suelo, y sacó de su bolsillo una pequeña cajita.



-“Por favor, cásate conmigo”- le propuso abriendo el estuche, que contenía un sutil anillo de diamantes, el cual colocó en su dedo.



Junsu conmocionado, y sin decir una palabra, se agachó para besar a su ya prometido, y futuro esposo.



Sus labios se unieron tierna y delicadamente. Allí mismo, en el punto más alto de París, en medio de la noche mágica, sellaron su amor con el primero, de lo que serían miles de besos.

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jueves, 22 de abril de 2010

Capítulo 16: Bonjour París

Después de un largo viaje en avión, y emocionados por la idea de estar en otro país, llegamos a París. Vestidos con un look europeo, recorrimos las hermosas calles antiguas, con sus respectivas casas decoradas y talladas en bajo relieve.

Todo era muy distinto y exótico para nosotros que veníamos de una cultura completamente diferente. Nos gustó el cambio, y sobre todo que no nos reconocieran por la calle. Podíamos ser nosotros mismos, como niños, disfrutando de una experiencia nueva, lejos de Corea, lejos de Japón, lejos de todo. Excepto cuando las fastidiosas cámaras se acercaban a nosotros.

Por el arduo trabajo que habíamos estado realizando hasta entonces, no teníamos tiempo para el amor. Pero estando en París, era una gran oportunidad para demostrar que, a pesar del tiempo transcurrido, los sentimientos seguían intactos.

Cuando se hizo de noche, y fuimos al hotel, Yoochun y yo dormimos en la misma habitación, como ya estábamos acostumbrados, mientras que Junsu, Yunho y Changmin se encontraban en otra, al lado de la nuestra.

Para mí lo más lindo de un día agotador, era llegar al hotel, tirarme en la cama y charlar con mi Soulmate. Esa noche no fue la excepción.

-“Jae…estuve pensando mucho, y… decidí confesarle mis sentimientos a Junsu. ¿Qué opinas?”.

-“¿En serio? Que bueeeenoooo!”- respondí alegremente, arrojándome sobre él.

Quiero aclararle, padre, que para ese entonces la confianza entre los miembros de Dong Bang Shin Ki era absoluta, sobre todo con Micky, con el cual compartíamos hasta los calzoncillos!.

En fin, mejor continúo con mi historia.

-“¿Te acuerdas de esa charla que tuvimos en el estudio hace un largo tiempo atrás?”- me interrogó Yoochun. “No te olvidas de la promesa que me hiciste, ¿verdad?”.

Yo intentaba recordar.

-“Ah, sí!, que dije que le preguntaría a Changmin si era el novio de Junsu o no…¿cierto?”.

-“Exactamente. Pues bien, necesito que lo hagas mañana mismo”.

-“¿Mañana? ¿Tan pronto?”.

-“¿Pronto? Llevo largo tiempo callando mis sentimientos. Tú mismo sabes lo difícil que se han puesto las cosas; a mí con Junsu, y a ti con Yunho. Tú has podido comprobar que en muchas oportunidades, no pudimos ocultar nuestro amor en público. Siempre mendigamos un par de caricias inocentes, intentando que las fans no sospecharan nada y lo vieran como un juego. Pero se acabó!”- levantó el tono de voz-“Estamos en París por un motivo, queriendo cumplir un propósito: ser felices con las personas que amamos. ¿Me apoyas en esto, Hero?”.

Recapacité. Él tenía razón. No podíamos seguir huyendo de lo que sentíamos.
-“Cuenta conmigo”- le dije, palmeando su espalda.


Al día siguiente nos dirigimos a un restaurant típico francés. Probamos, entre otras cosas, caracoles, baguettes, y el mejor vino tinto.

En un momento Changmin se levantó la mesa.

-“Disculpen, voy al baño”- dijo levantándose. Yoochun me hizo una seña con la cabeza, para que lo siguiera.

-“Te acompaño”- me ofrecí. Le guiñé un ojo a Micky, mientras seguía a Max.



-“Qué lindo es París, ¿no Minie?”- hice una pregunta idiota para romper el hielo.

-“Oûi oûi”- respondió chistosamente, mientras se lavaba las manos.

-“Dicen que París es la ciudad del amor, ¿lo sabías?”.

-“Sí, creo que leí sobre eso en un libro”.

-“El ambiente tan romántico que se forma aquí es propicio para una relación, ¿no crees?”.

-“¿Acaso te me estás insinuando, Jae? Eres lindo y todo, pero… te considero solo un amigo”.

-“¡¿Qué?!”- dije sorprendido y asustado. Evidentemente no entendió lo que quise decir, o yo no me expliqué bien. “No, no es lo que estás pensando”- aclaré rápidamente. “Sólo creo que a Junsu y a ti les viene perfecto este viaje, ¿no es así?”.

-“Pues sí, la verdad. Hace mucho que no tomábamos vacaciones”.

Empecé a irritarme.

-“NO, CHANGMIN! Me refiero a que ustedes dos aprovechen para…ya sabes…”.

-“¿Qué cosa? ¿Caminar, descansar, comprar ropa? No entiendo, Jae”- dijo inocente.

-“AY, DIOS!”- me harté- “JUNSU Y TÚ, ¡¿SON NOVIOS?!”

-“¡¿Qué?! ¿Novios, Junsu y yo?... JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA”- se echó a reír como idiota.

Todo lo que me había preparado previamente para preguntarle de la manera más delicada, todo ese esfuerzo, ¿para qué? ¡¿Para que este grandulón de un metro noventa rompa en carcajadas, así como así?!

Bueno, de todas formas, me aliviaba saber que no eran pareja, y que tampoco se había ofendido con mi pregunta.

-“¿De dónde sacaste semejante estupidez?”- preguntó secándose las lágrimas de risa, y calmando su respiración.

-“Es que por la forma en que ustedes se tratan y son tan cercanos, creí que tenían un romance o algo por el estilo”.

-“JAJAJAJA…Ay, Jae! Tú y tu imaginación… La razón por la cual siempre estamos juntos es porque…”

Yoochun entró al baño de repente.

-“Oh, disculpen. ¿Interrumpo?”.

-“Noo, te parece, nomás”- contesté sarcástico e indignado.

-“Ahh, bueno, entonces me voy…”.

-“TÚ TE QUEDAS!”- dije tomándolo del brazo. “Esto te concierne a ti también”.

-“¿De qué estás hablando, Hero?”- preguntó Changmin, confundido.

-“Cuéntale, Micky. Dile lo que piensas, lo que sientes”- lo incité a confesar, empujándolo hacia Max.

-“¡¿Qué?! ¿Tú también te me insinúas? ¿Qué les pasa a todos hoy conmigo?”- Changmin evidentemente estaba perdido. Seguramente habían sido los caracoles que le volvían la mente más lenta.

-“¡¿Qué?! Nada que ver! Tú no me gustas!”- aclaró Yoochun, dando dos pasos hacia atrás.

-“Y entonces, ¿por qué debes decirme lo que sientes?”.

-“Antes de hacerlo, quisiera que respondieras una cosa…Junsu y tú, ¿son novios?”.

-“¿Otra vez? ¿Qué acaso es la pregunta del día?”- dijo Changmin irritado. “NO, no somos novios”.

-“Pero, ¿por qué son taaaan unidos?”- preguntó Micky intrigado.

-“Por la sencilla razón de que él es mi hijo”.

-“¡¿QUÉEEEEEEEEEEEEEE?!”- gritamos shockeadísimos.

-“JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA”- Changmin no paraba de reír- “JAJAJAJA…hubieran visto sus caras JAJAJAJAJAJA”.

-“IDIOTA! Casi nos matas del susto!”.

-“Ay, chicos, por favor, estamos en París. Disfruten JAJAJAJAJA. Solo fue una pequeña bromita JAJAJAJAJA”.

-“Ya vas a ver cuando volvamos a Corea”- le advertí enojado.

-“Pero si no es tu hijo (obviamente que no), ¿qué relación tienen entre los dos?”- quiso saber Micky.

-“Bueno, les contaré. Después de todo, supongo que tienen derecho a saberlo…”


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sábado, 17 de abril de 2010

Capítulo 15: Los dioses nacientes del Este

Nunca me sentí tan nervioso, ansioso y triste al mismo tiempo.

-“Jung Yunho!”.

Al escuchar su nombre se puso tan contento, que un par de lágrimas brotaron de sus ojos. Luego las limpió rápidamente. Nosotros cuatro lo abrazamos al instante. Después se arrimó a los miembros del jurado, a unos metros enfrente de nosotros.

-“El segundo es…Kim Junsu!”- saltó feliz de la alegría y corrió a abrazar a Yunho fuertemente.

Evidentemente estaba contento porque al menos uno de sus amigos integraba el mismo grupo que él. Realmente me sentí bien por ellos. El resto de la clase aplaudía un poco desalentada.

-“Park Yoochun!”- éste se tiró al piso al enterarse de que había sido seleccionado.

Seguido de eso, Junsu fue a abrazarlo con una gran sonrisa, haciendo que se estremeciera. No lo podían creer. Micky ya estaba adentro del grupo.

Faltaban dos para completar la banda. Me sentí asustado y preocupado al igual que Changmin. Ambos nos tomamos fuertemente de las manos, intentando no frustrarnos, mientras mirábamos a nuestros tres compañeros a unos pasos, que para mí eran kilómetros. Quería tenerlos más cerca. Los necesitaba en ese momento.

Junsu estaba muy aflijido, ya que no le cabía la idea de separarse de Changmin. Por su parte, Yunho me miraba fijamente. Sus ojos tristes lo decían todo.

-“Shim Changmin!”- corrió al encuentro de Su, y lo apretó con todas sus fuerzas, muy emocionado.

Se sentía aliviado de no perder a su niñito tan querido. Ambos daban pequeños brincos, a los que se unió Yoochun. Yunho permaneció estático, mirándome seriamente.

-“Y el último postulante que va a pertenecer a la banda es…”

Realmente no estaba confiado en que me eligieran. Sería demasiada suerte que estemos los cinco juntos. A parte, mis compañeros eran mucho mejores que yo. Por eso una angustia tremenda recorrió mi pecho, cavando un agujero muy profundo dentro de mi corazón.

- “…Kim…”

Todavía no estaba convencido, ya que éramos tres los que quedábamos con ese nombre, sin contar a Junsu. En ese momento, odié que la forma de llamarme fuera tan corriente. Una incertidumbre horrible invadió mis pensamientos, haciéndome temblar.

-“…Jaejoong!”

Antes de que pudiera darme cuenta, Yunho estaba rodeándome con sus fuertes brazos. Lo siguieron Junsu pegando brincos, Changmin corriendo emocionado, y Yoochun que me alzó de repente. Yunho, esa vez, festejó con él, y no se quejó.

Luego, contentísimos, empezamos a dar vueltas en una ronda, abrazados.

Los cinco restantes nos aplaudieron honestamente, porque a pesar de todo, ellos serían un grupo muy popular en el futuro.

-“He aquí a Dong Bang Shin Ki”- dijo uno de los jurados. Ese sería el nombre de nuestra banda.




Con el correr del tiempo, comenzamos a grabar canciones, realizar producciones fotográficas y cambios de look.

Nos dijeron que pensáramos en un nombre, algo así como un apodo, que quedaría para siempre en nuestras carreras.

Junsu se puso ‘Xiah’, es decir ‘Asia’, ya que conquistar ese continente es su anhelo más profundo. Yunho se autonombró ‘Uknow’, es decir ‘tú sabes’ en inglés, ya que ambos suenan muy parecidos. Changmin eligió ‘Max’, algo así como el mejor. Yoochun decidió dejarse Micky, el nombre que había recibido en Estados Unidos, y que a su vez significaba ‘arma oculta’. Yo por mi parte hice memoria, ya que unos años atrás una adivina me había nombrado ‘héroe’. Pero para darle más estilo internacional, decidí cambiarlo por ‘Hero’.

Pronto nos hicimos famosos en Corea. Al cabo de unos meses abarcaríamos Japón, China y Taiwán, entre otros.

Todo pasaba tan rápido, que ni nos dábamos cuenta.

Firmábamos autógrafos por doquier. Nos llamaban de todos los programas, desesperados porque fuéramos. Giras y giras de recitales. Más cambios de look. Merchandising con nuestros rostros. Propagandas, comerciales, carteles gigantes por la calle.

Éramos felices con lo que hacíamos, y nos gustaba mucho ser reconocidos a nivel nacional e internacional.

Pero llegó un momento en el que no teníamos tiempo, ni siquiera de dormir. Vivíamos para trabajar, y no al contrario como debería ser. Estábamos agotados. Habíamos dejado de lado nuestras vidas.

Entonces fue cuando la compañía decidió enviarnos a París, Francia, supuestamente a descansar. En realidad, aprovecharían los estupendos paisajes parisinos para realizar una producción fotográfica y filmográfica.

Aceptamos la propuesta sin tener otra opción.

Después de todo, un cambio de ambiente no nos vendría mal, sobre todo porque París es conocida como la ciudad del amor…


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jueves, 15 de abril de 2010

Capítulo 14: La selección (parte dos)

Llegamos al salón. Por suerte para nosotros no habían empezado todavía. Nuestros tres amigos estaban sentados en un rincón. Noté que Yunho nos vio entrar juntos. No pudo disimular su cara fastidiada, mientras que Junsu nos miraba algo sorprendido, y a la vez triste. Changmin, por su parte, estaba mirándolo a él y a Yoochun, receloso.

Para usted, padre, seguramente esta imagen le parezca cómica, pero para mí esa situación me resultaba más que incómoda.

Por suerte me salvó la campana justo a tiempo.

-“Les pedimos a los diez finalistas que se acerquen, por favor”.

Sentí un alivio muy grande.

-“Escuchen. Vamos a realizar las divisiones y selección de los grupos. Uno de ellos será el principal, y el otro se destinará para proyectos futuros de la compañía”.

-“¿Selección?”- dijo Changmin un tanto asustado.

-“¿División?”- comentó Junsu triste.

-“Así es”- respondió el jurado. “Haremos pruebas, mezclándolos al azar, para ver cuanta afinidad tienen entre ustedes. Luego decidiremos e informaremos el perfil de cada uno, y del grupo en general.

Por favor, colóquense a mi izquierda en una fila: Choi Minho, Kim Junsu, Lee Taemin, Kim Kibum y Jung Yunho. Al resto, les pido, fórmense a mi derecha”.

Mis cuatro amigos y yo teníamos caras infelices y preocupadas. No queríamos que nos separen.

-“Escuchen, éste es el plan”- nos susurró Changmin. “Intenten ser lo más obvios que puedan. Demostraremos que somos buenos solamente cuando estamos juntos. Traten de que el jurado se dé cuenta, pero sin sospechar que lo estamos tramando. Den lo mejor de ustedes”- unimos nuestras manos en el centro de la ronda, y luego nos dispersamos.


Durante horas pasamos por decenas de grupos distintos, mezclándonos todos con todos. Inventamos coreografías; improvisamos en baile y canto; incluso montamos una pequeña escena teatral. Los cinco llevamos a cabo el plan durante todas las pruebas

Al finalizar los ejercicios, esperamos un rato para descansar, y luego escuchar la decisión del jurado. Nosotros cinco nos reunimos a un costado abrazados.

-“Óiganme”-dijo Yoochun-“Pase lo que pase, nos toque con quien nos toque, SIEMPRE seremos amigos”.

Changmin emocionado, se largó a llorar, y para su sorpresa a Micky le prestó su hombro para descargarse. El otro, dejando por primera vez su orgullo de lado, cedió a su ofrecimiento, apoyando su cabeza en su pecho y mojando de lágrimas su camisa. Al verlos, Junsu sonrió.

Yunho me abrazó de la cintura con fuerza, mientras que mis brazos rodeaban su cuello. Pude sentir su corazón acelerado retumbando contra el mío. Ambos estábamos angustiados. El día anterior nos habíamos dado nuestro primer beso, el cual nos unió. Pero ahora estaba la posibilidad de que nos separen. Encima que yo todavía no le había confesado mis sentimientos.

Tampoco me gustaba la idea de separarme de mis amigos, a quienes ya había empezado a querer, y acostumbrado a su presencia diaria e infaltable.

Al pensar en toda esa penosa situación, cerré los ojos, abrazando aún más fuerte a Yunho.

-“Vengan, por favor. Daremos a conocer el veredicto final”- anunció uno de los jurados en voz alta.

Pronto nos arrimamos a escuchar la noticia, tomados de las manos, y con los ojos llorosos.

-“El primer integrante de la banda es…”.


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miércoles, 14 de abril de 2010

Capítulo 13: Soulmate

Era Micky, que tocaba en un piano de cola negro, una canción sin letra, la cual nunca había escuchado antes. Entré lentamente para no cortar su inspiración, pero fue inútil, ya que al instante se percató de mi presencia. Se detuvo y me miró.

-“Lo siento, no quería interrumpirte”- dije apenado. “Por favor, continúa”.

Me sonrió un poco avergonzado, y siguió tocando. La luz que provenía de la ventana detrás de él, y la imagen romántica que tenía en ese momento, fue algo mágico.

-“Tocas maravillosamente”- le hice saber cuando finalizó.

-“Gracias. Yo mismo la compuse”.

-“¿En serio? ¿Y pensando en quién?”- pregunté bromeando.

Suspiró melancólicamente y agachó la cabeza mirando hacia el piano.

-“Hey! ¿Qué te sucede?”- dije preocupado, mientras me sentaba a su lado.

-“Es que…yo…”- suspiró nuevamente-“…yo la escribí para Junsu”.

-“¿Qué? ¿Para Junsu?”- quedé sorprendido. “Micky, ¿acaso te gusta?”.

-“No me gusta. Estoy totalmente enamorado de él”- confesó tapándose la cara.

-“Pero, ¿por qué te avergüenzas? Tú mismo me dijiste que el amor es algo hermoso, y que hay que expresarlo al ser que quieres”.

-“Sí, es verdad, pero sólo si esa persona es correspondida”- su tono era débil y triste.

-“¿Por qué piensas que Junsu es no correspondido?”- pregunté confundido.
-“¿Y todavía me lo preguntas? Es obvio, porque él y Changmin…”- se largó a llorar encima del piano.

-“¿Qué? No seas tonto!”- acaricié su espalda. “Ellos no son pareja”.

-“Ah, ¿no?”- levantó su rostro empapado en lágrimas.

-“No, Micky!”- contesté sonriendo, mientras le secaba los ojos con mi sweater.

-“¿Y cómo estás tan seguro? ¿Acaso se los has preguntado?”.

-“Pues…no, pero…realmente no creo que ellos sean novios”.

Para ser sincero, yo todavía tenía mis dudas sobre ellos, pero en ese momento intenté consolar a Yoochun, pareciendo lo más seguro posible.

-“¿Por qué no le cuentas a Junsu lo que sientes por él?”

-“Emm…no sé…me da vergüenza. Imagínate si me rechaza!”.

-“No creo que eso pase”- le di esperanzas.

-“¿Por qué lo dices?”.

-“Porque creo que a Junsu también le gustas”. Su rostro se iluminó.

-“¿En serio?...Pero de todas formas, aún no estoy seguro de si él y Changmin están juntos...Ya sé! Tú puedes preguntarles si son pareja o no. Sólo así accederé a confesarle mi amor a Junsu”.

-“¿Qué? ¿Yo? No puedo hacer eso!”- dije incomodísimo. “Imagínate como me mirarían!”. Pronto se me cruzó una imagen mental de sus caras ofendidas.

-“Por favor, Jae. Te lo ruego. Ayúdame, como amigo, por favor!”.

-“Ay Dios!...Está bien, les voy a preguntar”- acepté rendido.

-“Gracias, gracias, gracias mi Soulmate”- me abrazó contento.

-“¿Soul… qué?”.

-“Soulmate, es decir, alma gemela”- explicó riendo.

-“Ah, ya entiendo! Pero…¿por qué me llamas así?”.

-“Porque te considero una gran parte de mí, sin la cual no puedo estar. Y a pesar de que venimos de mundos completamente diferentes, siento que somos casi iguales en muchas cosas. Nos potenciamos y conectamos perfectamente”-tocó mi hombro. Sus palabras me llegaron al corazón.

-“Yoochun, me siento muy cómodo y feliz estando a tu lado”- respondí abrazándolo.

Quedamos así un par de minutos, sin decir absolutamente nada.

-“Te quiero, Jae”.

-“Yo también Micky”- lo miré a los ojos con una sonrisa. “Va a ser mejor que volvamos, o si no van a comenzar sin nosotros”.

-“Está bien, vamos”- asintió, mientras nos levantábamos de la silla, alejándonos del piano.

Salimos llenos y felices, caminando abrazados.

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Capítulo 12: La selección (parte uno)

Cuando desperté, sentí una gran paz y tranquilidad, hasta que Junsu entró en mi cuarto a fastidiarme.

-“Arriba, Jaeee! Levántate que hoy es la selección!”- gritaba golpeándome con una almohada.

Era irritante, pero ese día (y por suerte para él) me encontraba de buen humor. Así que lo tomé del brazo, y lo lancé contra la cama. Me apoyé encima de él, y empecé a hacerle cosquillas. Ambos no parábamos de reír.

-“Jae, por fav…jajajajajajaja…detente…jajajajaja…”.

Era realmente un niño, pero fue una buena forma de comenzar la mañana.

Luego bajamos a la cocina. Un delicioso desayuno americano preparado por Yoochun, estaba servido.

-“Good morning my friends! Espero que les guste”.

Junsu dibujó una sonrisa de oreja a oreja, y rápidamente se arrimó a la mesada de la cocina. Devoró todo con tal rapidez, que apenas pude parpadear. Sus expresiones eran de placer al degustar cada cosa.

-“Bon Appétit”- dijo Micky, acercándome una silla.

-“Gracias…mmmm, riquísimo”- comenté después de saborear el tocino.

-“Thank you”- respondió contento.

Pronto Changmin bajó del cuarto.

-“¿Qué es ese olor?”- preguntó caminando hasta la cocina.

-“Yoochun preparó el desayuno!”- dijo Junsu alegremente con la boca llena.

-“No hacía falta que lo hicieras”- expresó el otro, enojado.

-“Come on Changmin! Es una forma de agradecerles que me hayan invitado. Come here, baby. Prueba un poco de papas”- intentó ser lo más agradable posible.

Changmin se sentó de mala gana y comió. Su expresión cambió por completo.

-“¿Y? ¿Qué tal está?”- preguntó Micky.

-“Bastante…bueno”- respondió el otro en voz baja y avergonzado.

Junsu y yo nos miramos cómplices, riéndonos.

Al terminar salimos rápidamente para el estudio. Cuando llegamos al salón, noté que Yunho se me acercó sonriendo.

-“Jaejoong, qué bueno verte!”

-“Escucha Yunho, yo…”- de repente fui interrumpido por uno de los miembros del jurado.

-“Acérquense. Vamos a designar a los finalistas”- anunció.

-“Después hablamos”-le dije a Yunho.

Ansiosos por conocer los resultados, todos nos amontonamos cerca del jurado, que empezó a nombrar uno por uno los seleccionados.

-“Los que han pasado a la final son: Park Yoochun, Kim Jonghyun, Kim Jaejoong, Kim Kibum, Kim Junsu, Lee Taemin, Lee Jinki, Shim Changmin, Choi Minho, Jung Yunho.

Esos son todos. Felicitaciones, y suerte a los que hasta aquí han llegado”.

Al enterarme de que mis amigos y yo habíamos quedado, me puse tan feliz que los abracé. Yunho me tomó con sus tiernos brazos. Junsu saltaba de la alegría, mientras Changmin lo calmaba, a pesar de que no podía evitar sentirse de la misma forma. Micky, por su parte, sonreía confiado.

-“Tómense media hora para descansar, y prepárense”- nos dijo el jurado a los diez. Pronto nos dispersamos.

Noté que Yoochun salió rápidamente. Preocupado, decidí seguirlo, pero en el camino lo perdí. Pregunté a los empleados del lugar si lo habían visto. Ellos me indicaron el pasillo que llevaba al salón de música.

De repente, oí una suave y delicada melodía, que me incitó a abrir la puerta.


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martes, 13 de abril de 2010

Capítulo 11: Desvelo de media noche

Bajé las escaleras sin hacer ruido. Encontré a Yoochun cantando armoniosamente una canción lenta en inglés. Me senté en uno de los escalones para observarlo en silencio. A pesar de que no entendía absolutamente nada de lo que decía la letra, logró conmoverme con su voz grave y romántica.

Cuando finalizó, lo aplaudí bajo para que Changmin y Junsu no se despertaran. Inmediatamente, al percatarse de mi presencia, se asustó y dijo:

-“Jae, ¿qué haces aquí?”.

-“Te estaba escuchando. Tienes una voz muy linda”.

Yo nunca halagaba a nadie, pero la sensación que tenía con Yoochun, no la tenía con nadie más; ni siquiera con Yunho.

-“Gracias”- dijo sonrojado. “¿Acaso te desperté? Lo siento…”

-“No te preocupes. Me desvelé y no puedo conciliar el sueño”

-“Bueno, si es así, ¿por qué no te sientas a mi lado y charlamos?- sugirió.

Caminé hasta él y me acomodé en el sillón.

-“Pronuncias muy bien el inglés”

-“Si, es que pasé los últimos cuatro años en Virginia, Estados Unidos. Hace poco regresé a Corea. Realmente extrañaba todo esto: la gente, la comida, los parques…”

Yoochun me contó su historia de vida. A pesar de ser diferentes, nos sentíamos muy cómodos el uno con el otro. Con él tenía una extraña sensación familiar. Me relajaba mucho estar a su lado. Estuvimos horas hablando y riéndonos.

-“¿Y tú, Jae? ¿Qué te pasaba hoy que estabas tan distraído?- me preguntó preocupado.

-“Bueno, pues…emm…”- no sabía que contestarle, pero sentí que tenía la suficiente confianza puesta en él como para contarle mi secreto. “No se lo digas a nadie, pero… hoy Yunho y yo nos besamos”

Me miró sorprendido.

-“¿En serio? O sea que ustedes dos son…”

-“NO SOMOS GAYS!”- lo interrumpí gritando.

-“…pareja, quise decir”- continuó. Me avergoncé mucho en ese momento.

-“Oh, bueno, pues…no sé…creo que sí”- respondí sin tener en claro nuestra relación.

-“Por lo que me comentas, yo pienso que sí son pareja. A parte no hay que ser un tonto para darse cuenta de que ustedes se quieren”.

-“¿Lo dices en serio? ¿Tanto se nota?”- pregunté apenado.

-“Oh sí, baby. Demasiado. Las miradas, los gestos, las caricias. CRÉEME, se nota”

-“Oh, no!”- dije tapándome la cara con un almohadón, el cual Micky apartó de mi rostro diciendo:

-“Escucha, si se quieren, demuéstraselo! No tienes por qué sentir vergüenza del amor. Es una de las cosas más maravillosas que existen”.

Era muy delicado y sincero al hablar. Haría que cualquier persona cayera rendida a sus pies.

-“Que profundo lo que me dices!”- comenté asombrado.

-“Mira, si tus sentimientos hacia él son sinceros, entonces no hay nada más que decir. Yo, por ejemplo, expreso mis deseos y anhelos más profundos en mis canciones. Compongo letras que salen desde lo más profundo de mi corazón. Si tú haces lo mismo, te aseguro que Yunho estará más enamorado que ahora”

Cada palabra que decía lograba tocarme bien adentro. Sentí que me mostraba su alma al hablar de esa forma. Quedé impresionado por su caballerosidad y ternura.

-“Pero yo no sé componer canciones”- le conté desilusionado. “Es más, nunca lo he hecho”.

-“No te preocupes, si quieres puedo ayudarte”. Sacó papel y lápiz de su bolso, y nos pusimos a trabajar.

Yoochun tenía una gran habilidad para escribir música. Yo le decía lo que sentía, y él le ponía ritmo y agregaba una dulce melodía a cada verso, cada estrofa. Hacíamos un gran equipo juntos. A veces cambiaba lo que no le parecía tan bueno, o no lo convencía del todo. En ese sentido era exigente, pero no se lo veía tenso al respecto.

Pronto, y sin darnos cuenta, se hizo de día.

-“Oh, mira! Ya es de mañana, y no hemos dormido nada!”- dije sorprendido. “Pero de todas formas ya terminamos”.

-“Todavía no- contestó- aún falta el título”.

-“Mmm…¿qué te parece ‘Melodía’?”- sugerí.

-“Mejor en inglés: ‘Melody…Melody and Harmony’. ¿Qué opinas?”

-“Suena genial! Me gusta!”- contesté encantado.

-“Cuando quieras, me avisas y te acompaño con el piano, mientras se la cantas a Yunho”.

-“Está bien. Cuando tenga el coraje, te llamo”- reí. “Bueno, ahora me voy a dormir lo más que pueda. Intentaré aprovechar aunque sea un par de horas para descansar”- comenté bostezando y desperezándome.

-“OK, ve. Que sueñes con los ang…con Yunho, mejor dicho”- sonrió burlón.

-“Jajajaja, gracias”- respondí subiendo a mi habitación.

Al recostarme en mi cama, me dormí al instante. Todo ese tiempo mi mente estuvo proyectando la canción que habíamos compuesto, una y otra vez. Yo sólo imaginaba como sería si se la mostrara a Yunho. Esa idea estuvo zumbando en mi cabeza toda la mañana…


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sábado, 10 de abril de 2010

Capítulo 10: Primer beso

-“¿Sobre qué?”- pregunté algo incómodo.

-“¿Acaso te gusta Yoochun?”-alzó el tono de voz.

-“¿De qué estás hablando?”

-“Sabes perfectamente de lo que estoy hablando. Los vi. Vi cuando se te acercó hace un rato mientras elongábamos, ¿o me lo vas a negar?”

-“No seas idiota. Sólo me ayudaba con mis ejercicios, es todo!”- me sentí irritado.

Rápidamente se acercó a mí, apoyando sus manos en la pared del elevador, por encima de mis hombros. Metió su pierna derecha entre las mías, rozando mi zona sensible, y logrando que me agitara. Me miró fijo. Su cuerpo estaba a pocos centímetros del mío. Mi corazón rápidamente empezó a palpitar y mi cuerpo comenzó a acalorarse.

-“No puedo soportar que nadie te mire ni te toque más que yo, ¿aún no lo entiendes?”- susurraba en mi oído, haciendo que sintiera su cálido aliento chocar contra mi piel.

Tragué saliva sin saber qué hacer.

-“Me importas mucho, Jae…Me gustas”- confesó acercando su rostro al mío.

-“Yunho…”- dije en un suspiro, cuando de repente fui callado por su beso. Me estremecí al instante.

Poco a poco fui cerrando los ojos. Yunho me tomó de la cintura acercándome más a él, mientras que yo rodeaba su cuello con mis brazos. Me dejé llevar por sus dulces y tibios labios. Pronto ingresó su lengua en mi boca de una manera muy delicada y sensual. Emití un pequeño gemido, sumamente excitado por la situación, lo que encendió aún más a Yunho, quien empezó a besarme con más fuerza. Acariciaba constantemente mis caderas y cintura. Yo presionaba su cabeza contra mí, jalando de su cabello. Él me presionaba cada vez más contra la pared, haciendo que mis pies quedaran un poco en el aire, y mi entrepierna cada vez más despierta, por los constantes frotes de la suya.

Hubiera deseado que ese momento fuera eterno. Lamentablemente las puertas del ascensor se abrieron, y nos despegamos instantáneamente uno del otro. Tres personas subieron. Aparentemente no se habían dado cuenta. Al cerrarse las puertas, Yunho empezó a reír en voz baja, y luego me miró, sonriendo pícaramente. Yo, ruborizado, me remordí encogiéndome de hombros. Luego, cuando todos estaban bajando, se acercó a mí.

-“Esto no va a quedar así”- dijo en mi oído, en un tono sensual. “Nos vemos mañana”. Me besó en la mejilla, abriendo un poco sus labios. Quedé loco.

Luego las puertas se cerraron con él adentro, mirándome atrevidamente en una pose irresistible. Yo estaba quieto y perplejo en un piso que no conocía. Había secretarios y oficinistas por todos lados. El shock que tenía por lo que había pasado era tan grande, que olvidé la razón por la que estaba allí.

-“El baño!”- recordé tocándome la frente, mientras iba corriendo a buscarlo.

Después de un rato volví a la salida, bajando nuevamente con el elevador, esta vez rodeado de personas. Me quedé pensando en todo. No lo podía creer. Yunho me había besado, y encima confesó sus sentimientos hacia mí.

En la puerta de entrada me encontré con Changmin, Junsu y Micky, que me estaban esperando. Deduje que Yunho se había ido en su Rolls Royce.

-“Vamos a casa. Estoy cansado”- dijo Min.

-“Será mejor que yo busque un hotel en donde hospedarme”- comentó Yoochun.

-“Ven a casa con nosotros!”- le propuso Junsu, emocionado. Changmin le lanzó una mirada de desdén.

-“No sé si tenemos lug…”

-“Decidido! Te quedas”- lo interrumpió Junsu, con cara más que feliz.

Yo estaba pensando aún en Yunho. No estaba prestando demasiada atención.

--------O--------

Pronto llegamos a la casa de MinSu. No dije una palabra en todo el camino.

-“Siéntete como en tu casa”- le dijo Junsu a Yoochun. “¿Te preparo algo? ¿Un café?”
-“Bueno, un café está bien. Gracias”- respondió el otro cordialmente.

Junsu salió corriendo a la cocina, casi pegando saltos de la alegría. Changmin fue al cuarto de arriba, dando pisotones de bronca.

-“¿Le pasa algo?”- me preguntó Micky, mientras nos sentábamos en el sillón.

-“¿Eh?”- dije algo distraído.

-“Que si le sucede algo a Changmin”- me miró fijo, acercándose- “¿Y tú? ¿Estás bien? Te noto extraño”.

-“Emm… no, estoy bien, no te preocupes”.

-“Aquí traigo café para todos!” – dijo Junsu, viniendo desde la cocina con una bandeja. Micky le agradeció con una sonrisa encantadora. Al otro se le iluminó el rostro. Obviamente le pasaban cosas con él.

Estuvimos hablando un tiempo, aunque yo de a ratos me perdía en mis pensamientos y fantasías con Yunho.

Pronto se hizo tarde, y al estar tan cansados nos fuimos a acostar sin cenar.

-“¿Dónde vas a dormir?”- le pregunté a Yoochun. Instantáneamente Min bajó por las escaleras.

-“En el sillón!”- gritó irritado, y se volvió a meter a su cuarto.

-“Podría asegurar que está enojado conmigo”- comentó preocupado Yoochun. Junsu se puso triste, y se fue refunfuñando al cuarto con Changmin. “Bueno, de todas formas el sillón está bien para mí. Buenas noches Jae”.

-“Que descanses, Micky”- dije yéndome a mi habitación.

Me desplomé en la cama y me puse a pensar en Yunho. Recordaba cada cosa que había sucedido. Imágenes de sus brazos, sus labios y sus ojos colmaban mi mente. Estuve horas imaginándolo a mi lado. No pude pegar un ojo en toda la noche.

De repente, escuché un sonido proveniente del living, así que decidí ir a investigar.




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Capítulo 9: Micky

Era un joven guapo, con ojos oscuros, pelo negro y rasgos bien definidos. Estaba vestido modernamente occidental, a juzgar por sus zapatillas Converse, chupines de jean y una remera que decía ‘I love NY’. También llevaba puesto un sombrero negro, bastante vanguardista.

Junsu quedó absolutamente petrificado y boquiabierto al verlo. Su mirada era como la de un niño enamorado.

-“Pero, ¿por qué él va a entrar al casting?”-preguntó Yunho, que estaba sentado a mi lado. “Es decir, se saltó tres rondas. Es injusto!”-se quejó.

-“No hables así. Él realizó las mismas pruebas y ejercicios que todos ustedes, sólo que en Estados Unidos”-contestó el jurado. “Por lo tanto, él es uno más. Bien, comencemos con las pruebas de hoy”. Nos levantamos de las sillas, y fuimos hacia el centro del salón. “Quiero que se junten en cuatro grupos de cuatro. Cada equipo tendrá dos horas para inventar una coreografía, que luego expondrán al resto de la clase”.

-“¿Podemos elegir la música nosotros?”- preguntó Changmin levantando la mano.

-“Si, si es que trajeron un CD o algo”- respondió el jurado.

-“Genial!”- sonrió Min, entusiasmado.

Empecé a contarnos a todos.

-“Disculpe, somos diecisiete”- interrumpí alzando la voz. “Le faltó contar a Yoochun”.

-“Ah, claro! Me había olvidado de él”- se dio cuenta el jurado, tocándose la frente.

-“ Que venga a nuestro grupo!!”- gritó Junsu exaltado.

-“Está bien, que esté con ustedes. Pero acuérdense que él es uno más. No quiero enterarme de que lo discriminan. ¿Está entendido?”.

-“Sí, señor”- respondimos a coro.

-“Bien, empiecen a trabajar”.

Pronto nos esparcimos por el salón. Luego nos sentamos en el suelo, cerca de una ventana, en una de las cuatro esquinas del lugar. Yoochun se acercó caminando lento hacia nosotros cuatro.

-“Bueno, creo que voy a estar con ustedes”- dijo un poco tímido.

-“Así parece. Hola soy Jaejoong”- me presenté, extendiéndole mi mano.

-“Soy Park, pero me dicen Micky”- contestó estrechándome la suya, y sentándose a mi lado.

-“Te llamas Micky, como Mickey Mouse”- interrumpió Junsu, arrimándosele con una sonrisa de oreja a oreja. Yunho empezó a reír.

-“Sí, me lo han dicho muchas veces”- contestó Yoochun, también sonriendo. “Eres simpático. ¿Cómo te llamas?”.

-“Kim Junsu”- respondió con su cara iluminada. “Dime sólo Junsu, o Su, si lo prefieres”.

-“Sólo YO te puedo decir Su”- expresó Changmin ofuscado, tomando el rostro de Junsu y corriéndolo para su lado. Las mejillas del segundo se ruborizaron, mirándolo fijamente.

-“Por favor, no te pongas así… emm... ¿Cuál es tu nombre?”- preguntó Yoochun sonriendo, un poco incómodo.

-“Changmin”-respondió secamente, sin despegar los ojos de Junsu.

De repente, Yunho se acercó a mí más de lo que hubiera creído.

-“Oye”-susurró en mi oído- “Éstos dos, ¿son pareja, o qué?”. Sentí un ligero calor. Su respiración y su aliento tan cerca, hicieron que me estremeciera.

-“N-no lo sé”- respondí en un suspiro, totalmente perdido en sus ojos, los cuales me observaban de una forma irresistiblemente tierna, casi hablándome diría.

Pronto se acercó a mi rostro, logrando que yo empezara a temblar. Nos quedamos mirándonos fijamente, como dos tontos. Sentí cosquillas en el estómago. En ese momento se detuvo la Tierra. Mi imaginación empezó a andar. Miles de situaciones y cosas que podría estar haciendo con él, se me cruzaron por la mente.

De repente, me percaté de que todavía estábamos en el estudio. Giré mi cabeza, y vi como mis otros tres compañeros estaban observándonos como idiotas embobados, y claramente sorprendidos.

-“EJEM, EJEM”- tosí nervioso para romper el hielo.

Yunho incómodo por la situación, se apartó un poco de mi lado. Los otros hacían pequeñas sonrisitas pícaras.

-“Bueno, ¿podemos comenzar el ejercicio?”- sugirió Yoochun.

-“Sí, mejor empecemos”- respondí avergonzado.

-“¿Qué música vamos a usar?”- preguntó Junsu, intrigado. Inmediatamente Changmin sacó de su gran bolso un MP3.

-“Acá está lo que necesitamos. Propongo que bailemos ésta canción”. Colocó sus auriculares en los oídos de Junsu.

-“Oye, está buena!”- comentó al escucharla. Luego le pasó el MP3 a Yoochun.

-“Tiene un buen sonido, y la letra es pegadiza”- dijo moviéndose y chasqueando sus dedos al ritmo.

Cada uno de nosotros oyó la canción, para luego así crear la coreografía. Nos paramos y empezamos a inventar pasos. Todos dábamos ideas de cómo realizarlos.

Me sorprendió ver a Junsu tan concentrado y prolijo en sus movimientos. Era realmente otra persona. Más…hombre. Por otro lado, Micky tenía un estilo ‘dandy’. Era todo un galán, debo admitir. Diría que Changmin era el punto medio entre los dos anteriormente mencionados. Su despliegue era sensual, pero tierno; bastante peculiar.

Por último, Yunho. Me da un poco de vergüenza confesarle esto, padre, pero déjeme decirle que su baile era absolutamente sexy. La forma en que doblaba su torso era increíblemente excitante. No erraba ni un paso. Yo me estremecía cada vez que deslizaba sus manos por su cuerpo, en forma atrevida. De vez en cuando, me miraba, y yo quedaba boquiabierto.
--------O--------

Después de terminar la coreografía, nos sentamos en el suelo a descansar. Las dos horas habían pasado muy rápido. Poco a poco los grupos fueron mostrando lo que habían preparado, delante de todo el jurado que juzgaba y anotaba en un papel sus críticas. Nosotros mientras esperábamos, nos pusimos a elongar.

Junsu agachó su torso, tocando sus pies.

-“Que lindo tra…”- dijo Changmin, mirándolo hipnotizado, sin poder terminar la frase. “tra…tra…trabajo que estamos haciendo, ¿no?”- finalizó nervioso.

Junsu levantó la cabeza y le sonrió. Obviamente sabía que se estaba refiriendo a su mejor atributo.

Yo, mientras tanto, sentado con las piernas estiradas, intentaba tocar la punta de mis pies con mis manos, pero me resultaba imposible. De repente Yoochun se puso detrás de mí, y tomando mi cintura, dijo suavemente en mi oído:

-“Sólo relaja los músculos, sino puedes lesionarte”. Su voz era grave y masculina.

Inmediatamente mis mejillas se ruborizaron. Luego me percaté de que Yunho nos observaba seriamente.

Por suerte el jurado justo nos llamó para avisarnos que era nuestro turno. Suspiré aliviado.

Subimos al pequeño escenario. Changmin conectó el MP3 a un grabador que allí había. Seleccionó el tema, y pronto se acomodó con nosotros. La música empezó a sonar.

“Hey-hey-hey-hey-hey-hey…Purple line let me set up my world…this way…My progression…”
Esa canción realmente me gustaba. Quedaba perfecta con nuestro baile. Cada uno de nosotros se lució con su estilo característico. La coreografía salió excelente. Al terminar, el jurado entero quedó asombrado. Se miraban entre sí, mientras asentían con la cabeza. Luego nos reunieron a toda la clase.

-“Muy bien, eso es todo por hoy. Mañana daremos a conocer los finalistas”. Pronto fuimos saliendo del salón.

-“Voy al baño. Ustedes vayan yendo”-les dije a los otros cuatro.

-“Bueno, te esperamos afuera”- respondió Changmin, mientras se dirigían a la salida.

Di media vuelta y fui al baño del salón. Desafortunadamente estaba cerrado, así que decidí tomar el ascensor para buscar en otros pisos uno que estuviera abierto. Luego entré al elevador vacío. Las puertas se estaban cerrando, cuando de repente una mano las detuvo, haciendo así que automáticamente se volvieran a abrir.

Yunho entró rápidamente al ascensor.

-“Tenemos que hablar”- me dijo, mientras las puertas se cerraban detrás de él.


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Capítulo 8: La verdad (parte dos)

Eran las cuatro de la mañana. Me sentía cansado, pero a la vez intrigado. En verdad quería saber todo lo que había pasado entre él y Heechul.

Nos sentamos en su cama, y me empezó a contar.

-“Conocí a Heechul cuando éramos niños. Ambos éramos vecinos. Vivíamos en un barrio de clase media”.

-“O sea, que no siempre fuiste rico”- lo interrumpí.

-“No, sólo desde hace unos años, cuando mi papá fundó su pequeño negocio, que hoy en día es una empresa internacional.

Como decía, Heechul y yo éramos vecinos”- continuó-“y siempre estábamos juntos.

Cuando entramos en la adolescencia, empezamos a mirarnos distinto. Sentíamos que lo nuestro era mucho más que una amistad. Impulsados por nuestros sentimientos y sensaciones encontradas, decidimos ponernos de novios, en secreto. Cada vez que nos veíamos, nos intercambiábamos cartas de amor”.

Yunho sacó de su mesita de luz una pequeña caja de madera llena de manuscritos románticos.

-“Mira, ésta fue la primera que me dio”-dijo extendiéndome un papel que tomé.

-“Eres lo mejor que me ha pasado en la vida. No nos separemos nunca. Te amo. Heechul”-leí en voz alta.

Miré a Yunho de nuevo.

-“Entonces al principio todo estaba bien. Pero, ¿qué pasó después? ¿Cómo terminaron odiándose?”-pregunté confundido.

-“Como tú dices Jae, al principio iba todo bien, pero al cabo de unos meses me mudé lejos de él, a ésta mansión. Era muy difícil estar separados, y no poder vernos casi nunca. Estábamos realmente tristes, pero lo enfrentamos como pudimos. Nuestros encuentros eran cada vez más esporádicos. Él tenía que hacer un largo viaje hasta aquí. Con el tiempo, la relación se fue desgastando y enfriando.

Heechul ya harto me culpó a mí por haberme mudado. Hasta pensaba que me importaba más ésta mansión. Yo intentaba hacerlo entrar en razón, pero no había caso. De todas formas, lo amaba demasiado como para dejarlo por esa tontería.

Un día dejo de llamarme. Tampoco respondía mis mensajes. Estuve dos meses sin tener noticias suyas. Preocupado, decidí viajar hasta su casa para verlo, así de paso le daba una sorpresa. Por el contrario, el sorprendido fui yo.

Al tocar la puerta, un hombre alto, guapo y desconocido, me atendió semidesnudo, y llevaba puesta la camisa favorita de Heechul. Al instante divisé una foto de ellos dos juntos en la única pared que podía ver desde la entrada.

De repente, escuché la voz de Heechul que gritaba desde el cuarto.

“Siwon, mi amor, ¿quién es?”

En ese momento comprendí todo. El corazón se me paralizó. Estaba en shock.

Tomé mis maletas, di media vuelta y me fui angustiadísimo. En el vuelo de regreso me largué a llorar. Me costó años olvidarlo, y volver a confiar en alguien.

Hace un año y medio intentó volver conmigo, arrepentido por lo que había hecho. Yo no accedí. Enojado y despechado, divulgó por todos lados que yo le había sido infiel a él. Pronto todos me creyeron ‘el malo de la película’, y ya nadie se me acercaba.

Por eso decidí anotarme en el casting, para ser popular y demostrarle al mundo que soy una buena persona. Lamentablemente Heechul también ingresó, y ahora está intentando hacerme la vida imposible. En fin, esa es toda la verdad”.

Quedé en silencio por unos segundos.

-“Guau!”-expresé sorprendido. “Ahora entiendo todo. Que duro debe haber sido para ti soportar todo eso, y tener que vivir mostrándote fuerte para que no te lastimen. En verdad, te compadezco”-dije apoyando mi mano en su hombro.

Yunho me miró fijamente por un momento. Me tomó de la cintura y me abrazó fuertemente.

-“Gracias por escucharme”-susurró en mi oído.

Una gran sensación de cálida paz inundó el cuarto. Nos quedamos así un rato. Sin darse cuenta, se quedó dormido en mi hombro, así que, lo acosté y lo tapé con la sábana.

Luego volví a mi habitación. Changmin y Junsu seguían durmiendo. Me tiré en mi cama y cerré los ojos, esperando poder descansar aunque sea un poco. Un lindo cosquilleo me recorrió el cuerpo toda la noche. Creo que presentía que el día que estaba por venir sería inolvidable.

--------O--------

A la mañana siguiente un fuerte golpe en mi cabeza me despertó de mi corto sueño.

-“Arriba Jae, ARRIBA! Vamos a jugar al fútbol!”- ladraba Junsu, mientras hacía rebotar una pelota en mi rostro, una y otra vez.

-“ +%*@&$º JUNSUUUU!!!!!!!!!!-grité irritado y enojado.

Me levanté de un salto, y lo empecé a correr a almohadanazos. Changmin no podía parar de reír al ver semejante escena.

Después de un rato, bajamos a desayunar al aire libre, cerca de la pileta. Era un día maravilloso, soleado, sin una nube en el cielo. Nos arrimamos a una mesa grande llena de delicias. Junsu devoró tres pasteles de chocolate en un santiamén.

-“Te quedó un poco aquí”-le dijo Changmin, señalando su boca. Pronto con su índice limpió el chocolate que tenía Junsu en el labio, y lo lamió. “Ya estás limpio de nuevo”- sonrió.

-“Buenos días, amigos”- se anunció Yunho, caminando hacia nosotros. “¿Durmieron bien?”- me miró de forma cómplice, y dibujó una sonrisa.

-“Sí, excelente”-respondió Changmin. “Las cama era realmente cómoda”.

-“Vamos a jugar al fútbol antes de irnos!!”-expresó Junsu con la boca llena, y sacando la pelota de debajo de la mesa, casi por arte de magia.

-“Lo lamento, pero si no nos damos prisa, llegaremos tarde a la cuarta ronda. Apúrense a terminar”- enunció Yunho, cortésmente. Junsu se amargó por un instante, y para consolarse, siguió atragantándose con todo lo que fuera comestible.

Después de desayunar, tomamos nuestras cosas, subimos al Rolls Royce y nos fuimos al estudio.

Ésta vez éramos dieciséis. Para mi alivio, Changmin, Junsu y Yunho también fueron designados. Heechul fue eliminado con los otros doce, que serían destinados a proyectos futuros. Los restantes nos sentamos en sillas acomodadas frente al pequeño escenario donde había audicionado la primera vez. Uno de los jurados se subió e hizo un anuncio importante.

-“En primer lugar, felicitaciones a todos los que han quedado”. Aplaudimos contentos. “En segundo lugar- continuó- quiero decirles que un nuevo miembro se va a unir al casting con ustedes. Les presento a… ¿Cómo dijiste que te llamabas?”- le preguntó el jurado.

El chico subió al escenario con naturalidad.

-“Yoochun, Park Yoochun”-respondió con un acento extraño.


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Capítulo 7: La Mansión Yunho

Pronto llegamos a la casa de Yunho. Era realmente alucinante. Diría que era un palacio. Tenía una enorme reja, que se abrió automáticamente cuando entramos. Un jardín frondoso lleno de flores conducía hasta la casa. Una fuente con la estatua de un ángel lanzando agua por la boca.

Quedamos realmente sorprendidos.

Al llegar a la puerta de la mansión, decorada con columnas a cada lado, los cuatro bajamos del auto, que se llevó un chofer.

Ingresamos al hall de entrada. Era enorme, casi tan grande como la casa de MinSu. Una araña de mil cristales adornaba el techo. Dos escaleras se abrían en forma de arco, una a cada lado del hall, que llevaban a un piso superior.

-“Síganme”-dijo Yunho. Quedamos perplejos ante la majestuosidad de cada una de las salas que atravesábamos.

Llegamos a la parte trasera, en la cual había, entre otras cosas, una pileta, una mesa llena de canapés, una mini cancha de tenis y otra de fútbol. Todo al aire libre, por supuesto.

-“Mañana por la mañana, si tenemos tiempo, jugaremos un partido. Es muy tarde ya. Mejor quédense a dormir, si les parece bien”-ofreció Yunho.

-“Si, creo que tienes razón”-respondió Changmin. “Aceptamos tu invitación”. Junsu estaba más que feliz.

-“Bueno, vengan conmigo. Les mostraré su habitación”.

Volvimos adentro y subimos por las escaleras hasta el primer piso.

-“Éste es el cuarto de invitados”-dijo Yunho mientras nos abría la puerta.

Habían dos camas grandes, con sábanas de seda floreadas color bordo, separadas por una mesa de luz, en la cual se encontraba un teléfono blanco de estilo inglés antiguo. Frente a las camas había un televisor pantalla plana. También una puerta corrediza transparente con cortinas blancas, daba a un balcón.

-“Sus pijamas están allí”-señaló un gran armario de madera tallada. “Cualquier cosa me llaman por teléfono, apretando el cinco. Yo atenderé desde mi cuarto, o de lo contrario, uno de mis empleados lo hará. Descansen”-cerró la puerta y se fue.

-“Linda casa tiene el ricachón”-comentó Changmin en tono gracioso.

Junsu fue corriendo a saltar a una de las camas.

-“Pido ésta, pido ésta!”-dijo entusiasmado, mientras daba brincos tan altos que casi tocaba el techo.

-“Espera, pero somos tres, y sólo hay dos camas”- me preocupé.

-“No hay problema, Jae. Nosotros dos dormiremos en una, y tú en otra”-respondió Changmin, aliviándome.

Nos cambiamos la ropa, y nos dormimos al instante, absolutamente agotados.

En medio de la noche, una sombra se acercó y me tapó la boca. Asustado, me desperté de repente.

-“Shhh! No grites, soy yo!”-era la voz de Yunho, susurrándome. “Ven conmigo que te voy a contar todo”. Me levanté de la cama y lo seguí.

Al lado estaban durmiendo Changmin y Junsu abrazados, como de costumbre. Hicimos el menor ruido posible, y salimos de la habitación al cuarto de Yunho.


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Capítulo 6: La verdad (parte uno)

Contemplé una figura desnuda que estaba duchándose. Me acerqué con cuidado para ver de quien se trataba.

Era Yunho, con su esbelto y sensual cuerpo mojado. No voy a entrar en detalles, padre, pero solo voy a decirle que era realmente mágico verlo como Dios lo trajo al mundo. Quedé boquiabierto, literalmente.

-“Oh!...Never stop…My sexy lady…Come on baby…It’s Checkmate…”-cantaba con una voz estupendamente afinada, mientras se lavaba la cabeza.

De repente, oí unos pasos. Me escondí de inmediato en uno de los baños cercanos. Heechul entró al vestuario.

-“Hey, Yunho!”-dijo viéndolo en la ducha.

-“¿Qué haces aquí? ¿No ves que estoy desnudo?”-se cubrió rápidamente con una toalla y cerró las canillas.

-“Por favor, he visto mucho más que eso”-dijo Heechul acercándosele.“¿Qué ya no te acuerdas?”-preguntó en tono sarcástico, acariciando su pecho.

Instantáneamente, Yunho tomó su mano y la arrojó con rencor hacia un lado.

-“Ay! Pero, ¿por qué tan agresivo?”-expresó Heechul. “Te amo, y quiero que volvamos. La pasábamos tan bien juntos…”

-“Tú sabes perfectamente que no volveré contigo. Nunca voy a perdonarte que hayas divulgado todas esas mentiras sobre mí”-dijo Yunho enojado. “Por tu culpa, todos me ven como a un monstruo”

No podía creer lo que estaba escuchando. Decidí irme despacio sin hacer ruido, para que no notaran mi presencia. Salí del baño y me escabullí cerca de donde estaban ellos. En ese preciso momento, mi pierna lastimada, que aún estaba débil, fue la responsable de que me resbalara con el suelo mojado, cayendo así sentado, empapándome el pantalón que llevaba puesto. Torpe de primera. Los dos giraron la cabeza hacia mí.

-“Jaejoong!”-gritó Yunho preocupado. “¿Estás bien?”- se acercó a mí y ayudó a levantarme.

-“¿Qué hace él aquí?”- preguntó Heechul, furiosísimo. “Acaso, ¿está saliendo contigo?”

-“Emm…SI, ASI ES!”-respondió Yunho, tomándome de la cintura. “¿Algún problema?”

-“IDIOTAA! TE ODIO!”-dijo Heechul llorando, mientras salía corriendo.

Quedé atónito por todo lo sucedido. Luego Yunho me miró fijamente.

-“Lamento haber inventado eso. Lo siento, fue para sacarme de encima a ese loco”-justificó.

-“No hay problema, te entiendo. Pero quisiera que me expliques que pasó entre tú y él. ¿Por qué discutieron de esa forma?”- pregunté intrigado.

-“Está bien, te lo diré, en tanto me seque y cambie. Espérame afuera”.

Después de cinco minutos, Yunho salió del vestuario.

-“Vamos a mi casa”- sugirió. “Así te contaré la verdad de todo”.

Afuera del estudio estaban Changmin y Junsu.

-“Por fin, Jae! ¿Qué pasó que demoraste tanto? Pensamos que te había pasado algo”

-“Perdónenme, en verdad, lo siento. Es que…emm…yo”- no sabía que decir.

-“Se encontró conmigo, y quiso agradecerme por haberlo ayudado”-completó Yunho. “Justamente ahora iba a invitarlos a los tres a casa”.

-“Mmm...No sé, se hace tarde…”-dijo Changmin inseguro.

-“Tengo una pequeña cancha de fútbol en la que podemos jugar, ¿qué dicen?”. La cara de Junsu se iluminó, mostrando una sonrisa de oreja a oreja.

-“Sii! Por favor, Min, vamos a su casa, ¿sí?”- le rogó pegando saltos.

-“Bueno, está bien”-aceptó el otro, resignado.

Cruzamos en frente, donde estaba el Rolls Royce estacionado. Los guardaespaldas nos abrieron las puertas.

-“Hoy conduciré yo”- le dijo Yunho a uno de sus matones, que le dio las llaves del auto.

Yo me senté adelante. Changmin y Junsu en el asiento trasero. Yunho empezó a manejar, mientras los guardaespaldas nos seguían en un BMW negro con vidrios polarizados.

-“Lamento no haberles avisado de esta salida con anticipación”-dijo apenado.

-“No te preocupes. Al fin y al cabo, tú llevaste a Jae a la enfermería”- respondió Changmin. “Te estamos agradecidos por eso”.

Yo, mientras miraba por la ventana, pensaba en que por fin iba a conocer el ambiente del “ricachón”.


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Capítulo 5: Las dos caras de la moneda

Llegó la mañana. Junsu entró a mi cuarto pegando un salto en mi cama.

-“Arriba dormilón!! Arribaaaa!!”-vociferó empujándome de un lado a otro. Él no hablaba: ladraba directamente. Realmente me daban ganas de matarlo.

-“JUNSUUUU!!!!!”- grité aturdido y molesto. Salió de la habitación corriendo y riendo a carcajadas de una forma peculiar y contagiosa.

“Es como un niño que vive en un mundo de fantasía”-pensé. Una pequeña sonrisa se dibujó en mi rostro, mientras negaba con la cabeza.

Esa mañana preparé el desayuno para los tres.

-“Mmm…delicioso como siempre, Jae”-comentó Changmin.

Junsu se puso a leer el diario matutino.

-“Hey, miren esto, es Yunho!”-dijo señalando una foto en la primera plana. Le arrebaté el periódico de las manos rápidamente.

Decía: “Yunho Jr. Heredaría la empresa de su padre”

-“¿Por qué te importa tanto lo que haga ese ricachón idiota?”-me preguntó Changmin. Al instante le devolví el diario a Junsu, muy avergonzado.

-“N-no es que me importe”-contesté con la mirada hacia mi plato, y tocando el borde de mi taza. “Es que…”

-“Te gusta, ¿no es así?”-me interrumpió suavemente.

-“A Jae le gusta Yunho! A Jae le gusta Yunho!...”- cantó burlonamente Junsu.

-“No es que me guste, pero…no sé…solo creo que él tiene otra faceta, a parte de la que muestra en frente de todos. Toda persona tiene su costado amable. Me parece que él también”.

-“Ay, no! A ti no te gusta este hombre. Tú realmente estás enamorado!”- dijo Changmin agarrándose la cara sorprendido. “Mira, solo te aconsejo que no te hagas ilusiones con él. Ustedes dos vienen de mundos diferentes. Él es rico, tú no. Él es malo, tú no…”

-“Él es lindo, tú no!”-interrumpió Junsu, riéndose a carcajadas.

-“Vamos Junsu! Hablo en serio”- lo retó Min. Inmediatamente la cara de Su se puso seria, y siguió tomando su desayuno, apenado igual que un niño.

Changmin dirigió su vista de nuevo hacia mí.

-“En verdad Jae, cuídate de Yunho. No sé si los rumores son ciertos, pero no me gustaría que salieras lastimado”.

-“Gracias por preocuparte por mí, pero si quiero saber quién es él realmente, tengo que averiguar por mí mismo”.

Terminamos de desayunar y nos fuimos al estudio. Al llegar noté que éramos pocos en comparación con la audición anterior.

“Bien, el día de hoy haremos algo diferente”-anunció uno de los jurados. “Síganme, por favor”. Nos guió hacia la otra punta del edificio, hasta que se detuvo delante de una gran puerta.

“Bienvenidos al gimnasio”-dijo abriéndola. “Pasen rápido, por favor”.

Era un lugar lleno de aparatos; desde cintas, hasta pesas. Todo estaba impecable y luminoso.

-“Quiero que cada uno de ustedes prueben todas las máquinas que aquí se encuentran. Esto ayudará a tonificar sus músculos y acostumbrar sus ritmos cardíacos a grandes esfuerzos”-explicó el jurado. “Empiecen!”. Nos dispersamos por todo el gimnasio.

Yo, al no ser fanático ni devoto de ningún deporte, ejercicio o hobbie que implicara un esfuerzo físico, decidí empezar por lo que, a mi parecer, resultaba más fácil. Me subí a una bicicleta fija y comencé a pedalear. No pasaron ni cinco minutos antes de que me sintiera cansado. Realmente era patético. A unos metros estaban Changmin y Junsu corriendo en las cintas, charlando y riéndose entre sí. Agaché el cabeza, apenado, al ver que todos podían con cosas mucho más difíciles.

De repente, miré a mi derecha. Era Yunho, subido a una bicicleta contigua, con sus ojos puestos en mí. Me saludó sonriente, moviendo su mano. Sorprendido y nervioso, me caí de la bicicleta en la que me encontraba. Me sentí realmente un estúpido tirado en el suelo.

-“¿Estás bien?”-me preguntó deteniendo su ejercicio. Instantáneamente se agachó y arrimó a mi lado.

-“Sí, creo que me torcí el tobillo”- respondí avergonzadísimo.

-“¿En dónde?”- quiso saber-“¿Aquí?”-dijo tocando mi pie derecho.

-“Siii, AYYYY!”-grité del dolor.

-“Oh, no! Mejor te llevo a la enfermería”. Pronto me alzó en sus brazos, estilo princesa.

-“¡¿Qué pasa aquí?!”-gritó el jurado alarmado mientras se acercaba a nosotros.

Changmin y Junsu rápidamente corrieron a verme.

-“Jae, Jae… ¿estás bien?”-preguntaron preocupados.

-“Sí, sólo me torcí el tobillo, es todo”

-“Déjeme llevarlo para que lo revise un doctor”-le dijo Yunho al jurado.

-“Bueno, pero vuelve rápido”

-“¿Podemos acompañar a Jaejoong, también?”-preguntaron Changmin y Junsu.

-“No, ustedes tienen que seguir con los ejercicios. Con que Yunho lo lleve, ya es suficiente. Al final de la clase, podrán ir a verlo”-respondió el jurado con tono militar.

-“No se preocupen, estaré bien”-dije para consolarlos, mientras me alejaba en los brazos de Yunho.

Saliendo, noté una mirada recelosa de Heechul hacia nosotros. Ese chico en verdad comenzaba a asustarme.

Recorrimos un montón de pasillos. Todos los empleados nos observaban pasar y murmuraban.

-“No les hagas caso”-me dijo Yunho sin dejar de ver al frente ni caminar. “La gente siempre dice estupideces”.

Con esas palabras me dio una sensación de calma. Apoyé mi cabeza en su pecho. Pude sentir los latidos de su corazón y su respiración que soplaba en mi frente. Podría haber muerto allí mismo, de lo tranquilo que me encontraba. Diría que hasta feliz.

“Ésta es la otra cara de Yunho”-pensé para mis adentros.

Por fin llegamos a la enfermería. Yunho me recostó sobre la camilla. De repente el doctor entró.

-“Bien, cuéntenme, ¿qué necesitan?”-preguntó

-“Mi amigo se torció el tobillo”. Cuando lo escuché decir esas palabras, quedé petrificado. Es decir, que ya me consideraba su amigo.

-“Bueno, gracias por traerlo. Puede retirarse para que pueda atender al paciente a solas”-dijo el doctor, amablemente.

Yunho salió de la enfermería, dándome una pequeña sonrisa. Yo estaba tan asombrado por la confianza que me había brindado, que no pude decir nada. Lo seguí con la mirada hasta que se fue. Luego el doctor me revisó. Dijo que no era nada grave. Me puso unas vendas solamente. Al salir de la enfermería me encontré a Changmin y Junsu, esperándome.

-“¿Estás mejor? ¿Cómo te sientes?”- me preguntaron.

-“El doctor dijo que no es nada grave. Me recuperaré pronto”

-“Bueno, vayamos a casa para que descanses”

-“Ustedes vayan yendo. Tengo que ir a buscar mi mochila. Luego los alcanzo”

-“¿Estás seguro que puedes?”-cuestionó Changmin

-“Seguro, no te preocupes”

-“Bueno, pero no tardes!”-dijo Junsu sonriendo. Ambos se dirigieron hacia la salida.

Di media vuelta y fui caminando al gimnasio, ya vacío. Tomé mi mochila. Justo cuando estaba por irme, escuché una melodía desde el vestuario. Curioso decidí ir a ver. Realmente no esperaba encontrarme con algo así…



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Capítulo 4: Acercamiento

Cuando llegué al estudio noté que la cantidad de postulantes había disminuido bastante. Yunho entró por la puerta, extravagante como siempre.

-“Esperen afuera. Vuelvan en dos horas”-ordenó a sus guardaespaldas, que se retiraron del salón.

-“Bien, creo que estamos todos”-dijo uno de los miembros del jurado.“Comencemos con los ejercicios. Elijan una pareja por favor”.

En un abrir y cerrar de ojos, todos ya estaban ocupados. Quedé solo, y para colmo Changmin y Junsu todavía no habían llegado. Uno de los jurados se acercó a mí.

-“Yunho está solo. Ve con él”-me dijo señalándolo desde la otra punta del salón.

Fui caminando nervioso a su lado. Cuando se dio cuenta de que estaba parado frente a él, me miró de arriba abajo. Diría que me estaba haciendo un examen físico, o algo así. Nuestras miradas se encontraron. No dijimos una palabra.

-“Bueno, el primer ejercicio es tomar a su compañero por la cintura y acercarlo lo más posible. Esto sirve para saber la química que existe entre las parejas. Si no funciona, significa que no podrían estar juntos en el mismo grupo cuando sean famosos”-explicó uno de los jurados.“Se realizará cambio de pareja cada cinco minutos, cuando yo toque el silbato”.

Todos estaban murmurando sorprendidos. Me sentí realmente incómodo al escuchar la consigna, ya juzgar por los gestos de Yunho, él también lo estaba.

-“Bien, comiencen ya!!”-ordenó el jurado tocando el silbato.

De repente, se escuchó un portazo. Todas las miradas fueron a parar a la entrada.

-“Esperen, faltamos nosotros!”- gritó Junsu corriendo con Changmin, agarrados de la mano. “Lamentamos el retraso, no volverá a suceder”.

-“Acomódense de una vez!!!”-dijo enojado el jurado.”Ahora que sí estamos todos, empiecen”.

Les hice una seña con la mano.

-“Hey, Jae! Ahí estás!”-dijo Junsu mirándome con una sonrisa. Se acercaron a nosotros, aún tomados de las manos.

-“Leí la nota que dejaste sobre la mesa”- me comentó Changmin. “Gracias por recibir el paquete por mí”.

-“No es nada”.

-“Hola! Soy Junsu”- se presentó sonriente con Yunho, que estaba a mi lado.

-“Yunho”- contestó seriamente.

El entusiasmo de Junsu se fue por el caño al ver la inexpresiva cara del extravagante chico. Changmin me apartó a un lado.

-“¿Vas a hacer el ejercicio con este ricachón idiota?”- me susurró en el oído.

-“Si, así nos ordenaron”-dije resignado.

-“Basta de charla, empiecen YA!”- gritó el jurado tocando el silbato.

Changmin y Junsu se movieron a unos pasos de nosotros. Pronto Yunho se acercó a mi.

-“Rápido, hagamos esto de una vez”-habló apurada y secamente. “Toma mi cintura”.

-“Eh?”- dije sorprendido.

-“¿No oíste el ejercicio?”

-“Ah, sí…”

-“Bueno, entonces, toma mi cintura”

Yo no podía mover un músculo. Estaba totalmente congelado de los nervios.

-“Vamos, ¿qué esperas?”-dijo.”Bien, lo haré yo”

Pronto jaló mi mano con fuerza y la colocó en su cintura, mientras que con su brazo envolvió mi espalda. Nuestros cuerpos estaban pegados. Su rostro se acercó al mío en un instante. Su mirada estaba clavada en la mía. Mi respiración se hizo más agitada. El corazón me latía muy fuerte. Estaba sudando como loco. Me acordé instantáneamente del sueño que había tenido.

-“Te aclaro que esto es estrictamente profesional”-me dijo. Luego miró mis labios un instante.

Tragué saliva, sin poder decir una palabra. De repente sentí una extraña sensación. Aparté mi vista de Yunho hacia un lado. Heechul nos estaba observando fijamente desde la otra punta del salón. Diría que estaba enojado, a juzgar por su cara. En un instante Yunho volteó mi rostro con su mano.

-“Concéntrate en mí”-dijo mirándome a los ojos.

En ese momento mis piernas temblaban más que un terremoto. Sentí que ardía con el roce de su cuerpo.

-“Yun…”-le dije justo cuando sonó el silbato.

-“Cambio de parejas!!”-gritó el jurado.

Yunho me soltó suavemente, quitando su brazo de mi espalda, sin dejar de mirarme. Yo apenas pude destrabarme de su cintura. Me sentía tieso y nervioso. Giré la cabeza a un costado. Changmin y Junsu estaban demasiado abrazados.

-“No quiero estar con otro que no seas tú”-dijo Junsu tristemente apoyado en el pecho de Changmin.

-“No seas tonto, Su. Es un ejercicio necesario para pasar a la otra ronda. Tú sabes que eres el único para mí”-contestó el otro. “Ve con Jae, él te va a cuidar bien”.

La cara de Junsu cambió instantáneamente.

-“Siiiiii, Jae!!!”-dijo pegando un salto. Se acerco hacia mí y me abrazó tan fuerte, que yo tenía los pies en el aire.

-“Ya, Junsu! No tan fuerte…”- suspiré con el poco aire que tenía. Yunho me miró con una pequeña sonrisa, y se fue con otro chico.

Al finalizar la clase nos dijeron quienes habían quedado. Afortunadamente Changmin, Junsu y yo pasamos. Al igual que Yunho, y también Heechul.

Luego Yunho llamó a sus guardaespaldas que fueron enseguida. Pude ver que al salir, una mirada de rencor se cruzó entre él y Heechul. Yo me preguntaba a mi mismo si los rumores eran ciertos, cuando, de repente, Changmin interrumpió mis pensamientos.

-“Volvamos a casa. Quiero llegar a ver mi programa favorito”-dijo mirándonos a Junsu y a mí.

Al llegar, fui directamente a mi cuarto, me tiré en la cama y empecé a pensar. Muchas imágenes de ese día pasaban por mi mente. Mejor dicho, el acercamiento que había tenido con Yunho. Me dormí sin cenar. Estaba exhausto, pero a la vez ansioso por verlo de nuevo.


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Capítulo 3: La casa de MinSu

Llegamos a la casa. Era bastante grande para dos personas.

“Qué desperdicio de espacio!”-pensé para mis adentros.

Había un gran living, con sillones blancos y una pequeña mesita ratona delante, con un par de revistas encima. A la derecha una cocina estilo americana, con una mesada grande de mármol, heladera, microondas, y demás artefactos. A la izquierda del living, una escalera sin barandal, que llevaba a las dos habitaciones del piso de arriba.

Era un lugar iluminado, lleno de ventanas, largas hasta el piso, y cortinas blancas. Todo tenía un toque moderno. A pesar de que para ellos era normal, yo me sentía en un palacio.

-“Ponte cómodo”-me dijo Changmin dirigiéndose a la cocina.

Me desplomé en el sillón, dejando mi mochila a un costado. Junsu pegó un salto y se sentó a mi lado.

-“¿Tienes hambre? ¿Quieres que te prepare ramen?”- me preguntó entusiasmado.

-“Emm…bueno”- respondí tímidamente.

Dio un brinco más alto que el anterior, y se fue corriendo a la cocina. Sacó las sartenes y se puso a cocinar. Era chistosa la forma atolondrada en que hacía las cosas. En un momento pegó un grito.

-“AY, ME DUELE!!!!!”- exclamó sollozando.

Inmediatamente Changmin, quien estaba lavando unas verduras, se dio vuelta.

-“JUNSU!”-gritó desesperado. “¿Qué te pasó?”

-“Me corté con un cuchillo”-respondió gimiendo y señalando su mano.

Changmin tomó su dedo lastimado y lo llevó a su boca, lamiendo cuidadosamente la herida. Junsu se ruborizó.

-“Ahora tenemos el mismo tipo de sangre”- dijo Min dulcemente. “Jae, por favor, trae del botiquín del baño, una venda y alcohol”.

-“¿Dónde queda el baño?”-pregunté mientras me levantaba del sillón.

-“Al fondo a la derecha”.

En el trayecto, pude ver fotos de ellos dos juntos colgadas en las paredes. Habían estado en los lugares más conocidos del mundo: Nueva York, Buenos Aires, Roma, Madrid, etc.

Entré finalmente al baño, el cual estaba perfectamente ordenado, con un toque sutil y romántico. Dos cepillos de dientes, uno naranja y el otro azul. Tenían bañera y ducha. Un espejo con un marco tallado, colocado encima del lavatorio de manos. Arriba del bidet estaba el botiquín, que contenía, entre otras cosas, cremas exfoliantes y shampoos de marca. Yo tomé lo que necesitaba y salí.

Cuando llegué a la cocina, para mi sorpresa, Junsu estaba llorando en el hombro de Changmin, quien lo abrazaba con fuerza, consolándolo.

“Tanto escándalo por un corte tan pequeño”-pensé.

-“Min, acá traigo lo que me pediste”-dije acercándome.

-“Gracias, Jae”. Tomó la venda, la llenó de alcohol y se la enroscó sobre la lastimadura. Junsu pegó un gritó del dolor.

-“Ya pasó, no te preocupes”-lo tranquilizó Changmin. “La próxima vez, fíjate bien donde pones el dedo”. Ambos empezaron a reír a carcajadas.

Empecé a sentir un olor extraño.

-“Oigan, algo se está quemando…”- dije.

-“EL RAMEN!”- vociferaron a coro. Inmediatamente apagaron el fuego.

-“Ay, no! Mi ramen se arruinó…”-se entristeció Junsu.

-“¿Y ahora que comeremos?”-preguntó preocupado Changmin. “Tú y yo sólo sabemos hacer ramen…”

-“Y entonces, ¿qué hacemos?”.

-“Si quieren yo puedo preparar algo improvisado”-sugerí. “Ustedes vayan al living mientras tanto”. Realmente no sé por qué me presté para hacer semejante cosa, pero yo de verdad tenía hambre en ese momento, y quería comer lo antes posible, lo que fuera.

Con los ingredientes que pude encontrar, preparé mi postre favorito. Cuando lo terminé, lo llevé al living para que ellos lo probaran.

-“¿Qué es esto?”- preguntó Junsu, un tanto espantado.

-“Yo le llamo ‘cookie-pizza”-respondí. Changmin tomó un trozo.

-“Mmm…¡está delicioso! Pruébalo Su”- dijo dándole de comer en la boca.

-“Qué rico! Dulce!”- expresó Junsu felizmente. Me senté con ellos a ‘cenar’.

-“¿Dónde aprendiste a cocinar?”- me preguntó Changmin.

-“La vida me lo enseñó. A veces cuando pasas necesidades, te las arreglas como puedes”.

-“Bueno, pues, te felicito, eres excelente”.

Después de terminar, ya estábamos cansados, así que decidimos ir a dormir. Al haber solo dos cuartos, ellos compartieron uno, y yo dormí en el otro solo. Changmin me guió hasta la habitación.

-“Si necesitas algo, no importa la hora que sea, ya sabes que estamos al lado”- dijo cortésmente.

-“Gracias de verdad”-respondí. Luego cerró la puerta.

Me desplomé en la cama, muerto de cansancio. Me dormí al instante, y empecé a soñar. En mi sueño me encontraba vestido de blanco, caminando descalzo en un paraíso lleno de flores, árboles y una hermosa cascada, en la cual divisé una figura desnuda bañándose. Me acerqué para ver de quien se trataba.

Era Yunho, que para mi sorpresa tenía sus lentes oscuros puestos. Espero no incomodarlo con esto, padre, pero déjeme decirle que él se veía absolutamente sensual. Un aura de luz se desprendía de su ser. Su cuerpo perfectamente tallado por el mismo Dios. Créame, era increíble.

De repente, su mirada se dirigió hacia mí. Una sonrisa se dibujó en su rostro.

“Ven conmigo”-dijo extendiéndome su mano. Yo estaba literalmente boquiabierto.

En un abrir y cerrar de ojos apareció a mi lado. Acercó su rostro al mío. Podía sentir su respiración. Le quité los lentes que aún llevaba puestos. Me tomó de la cintura y empezó a bajar sus manos. Cerré los ojos, ruborizado.

Cuando los abrí, desperté en la habitación. Me percaté de que todo había sido un sueño. Confundido y sediento decidí ir a la cocina. Bajé las escaleras, abrí la heladera y me serví agua. Me senté en el sillón del living para aclarar mis pensamientos.

¿Qué quería decir mi sueño? ¿Acaso estaba enamorado de Yunho? ¿Por qué tenía esa clase de deseo con un hombre?

Muchas preguntas sin respuesta, que decidí olvidar por el momento. No regresé al cuarto. Me acosté en el sillón y me quedé mirando el techo toda la noche.

De repente, ya se había hecho de día. Me incorporé y vi el reloj que estaba colgado en la pared de la cocina.

“Las 7:30!! Voy a llegar tarde a la segunda audición!!”- me dije preocupado, agarrándome la cabeza. Inmediatamente alguien tocó la puerta.

-“Buenos días, traigo un paquete para el señor Shim Changmin”- enunció el cartero.

-“Emm…sí, yo lo recibiré por él”- contesté firmando un papel. “Adiós,que tenga buen día”. Cerré la puerta y subí hasta el cuarto de MinSu. Entré sin tocar, ya que estaba apurado.

-“Hey, Changmin, te llegó un paqu…”-no pude terminar de decir la frase, ya que me dejó sorprendido la imagen que acababa de ver.

Estaban acostados los dos en la cama, vestidos afortunadamente, y dormidos en posición cucharita. La pierna de Junsu rodeaba por encima la cintura de Changmin, mientras que éste tenía su mano aferrada a la misma. Era una escena confusa, y también graciosa. Ahora me sentía más que aturdido. Por suerte ninguno se despertó.
Cerré la puerta con cuidado, fui al cuarto contiguo a buscar mi mochila y salí de la casa dejando una nota que decía: “Changmin: llegó este paquete para ti. Nos vemos en la audición. Jaejoong”.


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Capítulo 2: ¿Amor a primera vista?

De repente, la puerta se abrió de golpe tan fuerte y rápido, que me pegó en el hombro, al cual, gimiendo, masajeé con dolor. Me paré inmediatamente para ver quien había sido el idiota que fue tan brusco como para abrir la puerta de semejante forma.

Ahí, padre, fue cuando lo conocí…

Me abrí espacio entre los jóvenes para verlo. Era esbelto, moreno, sumamente atractivo. Vestía de una manera elegante, pero cómoda. Llevaba lentes oscuros, anillos de oro y el pelo revuelto, acompañado por dos guardaespaldas. Era realmente extravagante y ostentoso. Yo estaba atónito.

-“Aún no…falto yo!”- dijo el chico.

Los miembros del jurado se miraron entre sí, y luego, un poco cansados, asintieron con la cabeza.

-“Bien, sube al escenario, y demuestra lo que tienes”-dijo uno de ellos.

Los guardaespaldas le abrieron paso al chico, diciéndonos que nos hiciéramos a un lado.
Realmente era arrogante su forma de caminar, pero a la vez increíblemente sensual y radiante. Se sacó los lentes oscuros que llevaba puestos y subió al escenario. Se notaba muy confiado en sí mismo.

La música comenzó a sonar. Ni bien el chico empezó a bailar, todos quedamos perplejos. Sus movimientos eran perfectos. Todo su torso se movía como una ola. Sus pies se deslizaban fácilmente por el suelo, creando una sensación de anti-gravedad. Cada parte de su cuerpo se quebraba, y volvía a su lugar muy sensualmente. Sus expresiones faciales realmente me fascinaron. La forma en que mojaba sus labios con su lengua, o hacía una mirada de “chico malo” al jurado.

Terminó su rutina de espaldas. Luego se volteó, bajó del escenario, tomó sus lentes y salió del salón seguido de sus guardaespaldas, sin decir una palabra. Todos lo seguimos con la mirada, asombrados y confundidos. Luego uno de los miembros del jurado se paró y dijo que las audiciones ahora sí habían terminado, y que por favor esperáramos afuera para conocer los resultados. Todos salimos del salón y fuimos a la calle.

Me senté en la vereda cerca de otros chicos. Agarré de mi mochila un jugo de uva. Antes de poder llevarme la lata la boca, un muchacho se apareció de repente a mi lado. Realmente pegué un salto, derramando la mitad del jugo.

-“¿Me convidas?”- dijo el chico con voz fuerte y una sonrisa de oreja a oreja.
-“Emm…bueno”-contesté con tono bajo.

Me arrebató la lata de las manos de una forma bruta. Estaba muy exaltado y movedizo. Bebió en un segundo casi la mitad de lo que quedaba de mi jugo, y luego me lo devolvió. Intenté aprovechar las últimas gotas que quedaban.

-“Gracias amigo! Soy Junsu, ¿y tú?”- preguntó felizmente.

-“Jaejoong”-respondí mirando hacia el piso

-“Ay, qué lindo nombre! Pero muy largo..mejor te llamo Jae, ¿si?”

Hablaba tan rápido y fuerte que me aturdía. Era realmente pesado.

-“Mira, allá está un amigo mío”-dijo señalando a uno de los chicos del montón que estaban en la calle. “Hey, Mini, ven!”-esta vez quedé sordo cuando Junsu gritó de esa forma.

El chico se acercó a nosotros y se sentó en la vereda. Era alto, y lucía más joven que los demás.

-“Hola, soy Changmin, pero me dicen Mini”.

-“Soy Jaejoong”

-“Pero los más cercanos le dicen Jae!”-dijo Junsu, metiéndose en la conversación. “Bueno, en realidad, no, pero me gusta más Jae!”

Tenía ganas de matarlo en ese momento. Me molestó el hecho de que entrara en confianza tan rápidamente, y me pusiera un sobrenombre sin siquiera conocerme. Realmente me sacaba de quicio.

-“No seas irrespetuoso, Junsu”-le dijo Changmin. “Apenas lo conoces, sé un poco más educado”. Con esas simples y maduras palabras, y la deslumbrante actuación que había tenido, Changmin se había ganado mi respeto y admiración.

De repente, dirigí mi vista a la vereda de enfrente, en la cual estaba él, junto a sus guardaespaldas, hablando por teléfono celular, apoyado en la puerta de un Rolls Royce negro, en una posición extremadamente sexy. No podía dejar de verlo.

-“Él es Yunho”-me dijo Changmin, que se percató de mi mirada hipnotizada. “Su papá trabaja en una empresa multinacional. Tiene mucho dinero. Se cree el mejor, pero en realidad es un niñito de mamá”- comentó en tono burlón.

-“¿No era yo el niñito de mamá?”- se quejó Junsu haciendo puchero y poniendo los puños en sus mejillas.

-“Si, tonto. Tú siempre serás el niñito”-respondió Mini con dulzura, acariciándole el rostro. Yo no sabía que decir o hacer en ese momento.

De repente, empecé a ver que los chicos se iban amontonando en la puerta.

-“Los resultados!”-gritó Junsu exaltado.

Me levanté y fui a ver. Encontré un manuscrito que decía “Seleccionados para la próxima ronda”. Busqué mi nombre, concentrado en no decepcionarme si es que no llegaba a quedar. En eso, sentí una mano en mi cintura. Miré hacia atrás rápidamente.

-“Muévete”- dijo Yunho secamente, para luego buscar su nombre desesperado. Uno de sus guardaespaldas se puso delante de mí, ocultándome la vista.

-“Já! Lo sabía”-expresó arrogante. “Quedé”

-“Felicitaciones, señor. Usted siempre va a ganar, porque es el mejor”- lo halagó uno de sus matones. “Ahora vamos, porque hoy tiene una agenda ocupada”.

-“Bien, salgamos de aquí”-respondió Yunho, quien me miró fijamente por escasas milésimas de segundos, que para mi fueron eternas. Subieron a su Rolls Royce, el cual seguí con la mirada hasta que no pude divisarlo más.

-“Ricachón presumido!”-gritó Junsu mientras se iba alejando el auto. Pegué un salto del susto.

-“¿Y, cómo te fue?”- me preguntó Changmin acercándose.

-“No sé, todavía no alcancé a fijarm…”-antes de que pudiera terminar la frase, Junsu fue corriendo a leer los resultados.

-“Quedaste Jae! Siiiiii!”- me informó contentísimo.

-“Felicidades”-me dijo Changmin, extendiéndome su mano.

-“Gracias”- respondí humildemente, estrechando la mía.

-“Tú y yo también Mini!”- gritó Junsu quien vino corriendo a abrazarlo con alegría.

-“Qué bueno Su!”-respondió Changmin más calmado que el otro, por supuesto.

Los demás chicos, conforme iban viendo los resultados, se retiraban. Quedamos solos los tres hablando, sentados en la calle.

Tuve una extraña sensación de que alguien me observaba. Mientras Mini y Su hablaban, busqué con la mirada si había alguien más. Llegué a divisar una figura, detrás de un árbol cercano.

-“Ese es Heechul”-susurró Changmin en mi oído. “Dicen que tuvo una relación con Yunho, pero rompieron porque Yunho le fue infiel”. Quedé perplejo al enterarme de semejante noticia. Volví la vista al árbol, y la figura ya no estaba.

-“¿Quieres quedarte con nosotros en casa hasta la última ronda, Jae?”- me preguntó Junsu, interrumpiendo mis pensamientos. Él estaba confiado en que llegaríamos a la final, realmente no entendía por qué. “Ya es muy tarde para que te vayas solo. Mejor ven con nosotros. Rentamos un apartamento a unas cuadras de aquí. Además hoy comeremos ramen. ¿Qué dices, eh?”. Realmente parecía una cinta puesta en reversa, de lo rápido que hablaba ese tipo, pero no lo hacía con malas intenciones.

-“Si, es verdad, puedes quedarte si quieres”-dijo Changmin.
Fatigado por el cansancio, y sin ganas de viajar hasta mi casa, acepté la invitación.



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